viernes, 8 de abril de 2016
Los Yankees por fin han encontrado un 2B con Starlin Castro
NUEVA YORK -- Una vez que Robinson Canó se fue de Nueva York para firmar como agente libre con Seattle tras la temporada de 2013, los Yanquis probaron con ochos jugadores distintos para encontrar un reemplazo en la segunda base.
Después de todo este tiempo, Starlin Castro parece encajar como la solución definitiva.
Cuando el dominicano fue adquirido en diciembre mediante un canje con los Cachorros por el pitcher Adam Warren y el infielder Brendan Ryan, la transacción no dio la impresión de ser trascendental por más que involucraba a un pelotero que fue seleccionado tres veces al Juego de Estrellas en sus primeras seis campañas. Se ponderó más la adición de un bate derecho que ayudaría a los Yanquis neutralizar el dominio de los lanzadores zurdos sobre su orden ofensivo.
El nuevo entorno de Castro en el Bronx es completamente distinto al del North Side de Chicago, donde el último campeonato de la Serie Mundial se remonta a 1908.
"Prefiero los 27 campeonatos de los Yanquis y aquí estoy para conseguir el 28", dijo Castro.
De figurar como una de las pocas piezas experimentadas en unos Cachorros en renovación, el jugador de 26 años pasó a ser a uno de los más jóvenes en una alineación diaria de Nueva York que incluye a veteranos de largo recorrido como Alex Rodríguez, Carlos Beltrán y Mark Teixeira.
"Estar rodeado por esas personalidades me hace sentir orgulloso. Es una gran oportunidad que tengo", dijo Castro. "En el béisbol no se para de aprender, y ellos me pueden ayudar ser un mejor pelotero".
Bajo la advertencia de que se trata de una muestra que cubre solo los primeros tres juegos de 2016, Nueva York y Castro no pueden estar más complacidos. Bateó siete hits, incluyendo dos jonrones, en sus primeros 12 turnos. Sus ocho impulsadas marcan la mayor cantidad de un jugador en sus primeros tres partidos con los Yanquis desde el establecimiento oficial de la estadística en 1920, según STATS.
Debutó en 2010, precisamente el año en que los Cachorros entraron en una espiral de cinco campañas seguidas con récord negativo, promediando casi 93 derrotas en ese lustro.
Como torpedero, Castro era el eje de esos equipos. Pero perdió la titularidad ante la aparición de Addison Russell el año pasado, en el que la franquicia finalmente despertó y alcanzó la serie de campeonato de la Liga Nacional. El dominicano debió pasar a la intermedia, disputando 38 juegos en esa posición al final de la campaña regular y los nueve de la postemporada.
Su canje a Nueva York se produjo inmediatamente después que los Cachorros adquirieron a Ben Zobrist en la agencia libre para jugar en la segunda base.
Con Castro y el torpedero Didi Gregorius, también de 26 años, los Yanquis podrían haber encontrado una dupla fija en el medio de su cuadro interior, luego que Derek Jeter y Canó formaron el binomio durante buen tiempo.
"En muchos casos es duro para un jugador aceptar perder la posición cuando otro más joven (Russell) le desplaza", comentó el manager de los Yanquis, Joe Girardi. "Su preferencia es seguir en la misma posición, pero fíjense en los números que puso en Chicago al final de la pasada temporada. Este puede ser un magnífico lugar, jugar junto a alguien joven como Didi".
En sus últimos 34 juegos de 2015, Castro bateó para .367 y OPS de 1.043.
Atado hasta 2019 con un contrato de 60 millones de dólares, Castro debe ofrecer estabilidad en una posición en la que Brian Roberts, Stephen Drew, José Pirela, Martín Prado, Gregorio Petit, Dustin Ackley, Rob Refnsyder y Ryan desfilaron en los últimos dos años.
De batear en la parte medular con Chicago, Castro ahora lo hace octavo con Nueva York, muestra de la profundidad de la ofensiva.
"Estoy aquí para ellos donde quieran ponerme, en lo que el equipo piensa sea lo mejor", dijo Castro, quien el viernes amaneció de dos hits de llegar a los mil en su carrera.
Antes de esta campaña y en 3.416 apariciones en el plato, Castro registró promedio de .281 cuando le tocó batear entre los seis primeros turnos. Apenas tuvo 133 apariciones como octavo, bateando para .318.
Castro también ha descubierto una ventaja con su actual turno: "Estás más a gusto con esa gente bateando al frente de ti. Puedes ver lo que hacen, su rutina, desde la banca".
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