viernes, 11 de septiembre de 2015
Dellín Betances cuenta su experiencia en N.Y. cuando el 9/11
NUEVA YORK - En la mañana del 11 de septiembre del 2001, Dellín Betances acababa de sentarse en su primera clase del día en la East Side Community School de Manhattan. A menos de tres millas, el mundo cambió a las 8:46 a.m. hora local.
Al neoyorquino de ascendencia dominicana y futuro estelar de los Yankees nunca se le olvida lo siguiente.
"Recuerdo que estaba en octavo grado, justo empezando el día en la escuela", contó Betances. "Recuerdo que los muchachos empezaron a decir, 'El World Trade Center, las Torres Gemelas…le dieron a una de las torres'".
Betances también recuerda que su maestra trataba de mantener con calma a los estudiantes, mientras éstos trataban de indagar los detalles de la tragedia. Después del impacto a la segunda torre, se escuchó en el aula la palabra "terrorismo".
"Recuerdo que la maestra bajó la cabeza, con el shock de todo lo que estaba pasando", dijo Betances. "Ella trataba de mantener a todos tranquilos. No sabíamos qué pensar. Eramos jóvens y no sabíamos qué estaba pasando".
La escuela de Betances era en la esquina de la 12 Calle con Avenida A. Aunque se cancelaron las clases, los estudiantes tenían que esperar ser recogidos por sus padres para salir. La mamá de Betances, María, llegó y el dúo caminó los 15 minutos hacia Lilian Wald Houses.
"En esos momentos se escuchaban sirenas por todos lados; policías, bomberos y mucho humo", recordó Betances. "Se sentía el olor a humo y todo el mundo andaba a pie, porque no estaban funcionando los subterráneos. Fue una locura".
Betances se pasó el resto del día en el apartamento de su familia, donde todos veían por televisión lo que estaba pasando. La vida en Manhattan no volvería a la normalidad durante mucho tiempo.
"No hubo escuela por par de semanas, si mal no recuerdo", dijo Betances. "Acabábamos de empezar el año escolar y de repente no había clases. Todo el mundo estaba nervioso, porque las cosas seguían pasando. Los padres trataron de hacer lo mejor posible, dada la situación".
Afirma Betances que trata de no pensar en ese día, pero que cada año, cuando toca el 11 de septiembre, reza en silencio.
"Siempre rezo por las familias afectadas y pienso en lo afortunados que somos de estar aquí", expresó el lanzador. "No estuve tan cerca de eso como otras personas. Me alegraba de no verlo (en persona).
"Uno lo vio por televisión y eso fue suficiente".
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