martes, 21 de julio de 2015
Montero, de Los Praditos a la NBA
Luis David Montero (Santo Domingo, 1993) no fue escogido en el draft de la NBA, pero igual la vida le cambió en un santiamén. Él fue firmado por los Trailblazers de Portland y ya piensa, habla y come como un NBA. El chico proveniente la calle 11 de Los Praditos, un barrio de Santo Domingo, es la historia que tiene atrapados a los amantes de los deportes.
¿Cómo se llega a la NBA cuando provienes de un barrio pobre de la capital? Esa es la pregunta que muchos se hacen. “Nada en la vida es imposible”, respondió Montero durante una entrevista concedida al programa Grand Slam, que se difunde los domingos por CDN. “Si quieres algo hay que esforzarse por eso. Hay que seguir trabajando lo más duro que se pueda, trabajar más duro que los demás y nunca cansarse de hacer lo que te gusta y de perseguir tus sueños”, agregó. Con esa filosofía y armado con un talento natural fuera de serie, Montero, un swingman de 6-7 de estatura, enamoró a los Trailblazers, que, según dijo, le dieron un contrato por tres temporadas cuyo monto podría llegar a 2.3 millones de dólares.
Hoy la vida le sonríe. Durante el último partido en la Liga de Verano de Las Vegas, Montero encestó 17 puntos y tomó nueve rebotes, dejando a su equipo bastante convencido de que tomaron una buena decisión al ficharlo. “Ellos me dijeron que saben lo que tengo”, apuntó. “Dijeron que puedo ayudar al equipo a llegar lejos”, agregó.
Montero confirmó que su contrato es por tres temporadas, pero que sólo en la primera 2015-16, tendrá un puesto seguro. “En los otros años tendré que ir a ganarme un puesto”, especifica. Sea lo que sea, el joven dominicano de 22 años ya nota la diferencia de ser un NBA. Los viajes, la responsabilidad y hasta la alimentación hacen de la NBA un total mundo nuevo para él. “Ya no puedo comer McDonald’s ni chicharrón”, bromea. “Ahora tengo que comer comida saludable, nada de arroz y habichuela y carne, que es lo que me gusta”.
Selección dominicana
Luis David de buenas a primeras se encuentra en la misma condición de Al Horford y de Karl Towns. Los tres están en la NBA, pero ninguno tiene el control de su agenda con respecto a su participación en el torneo Preolímpico con la selección dominicana de baloncesto. “De mi parte me gustaría representar a mi país por primera vez y ponerme esa camiseta algún día”, afirmó. “Pero ya esa decisión la tiene el equipo, ya ellos tienen el control”, agregó.
Montero está en la lista de evaluados de cara al evento que se llevará a cabo en Ciudad de México, del 31 de agosto al 12 de septiembre. El certamen rifa dos puestos para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
¿Pinguilín?
Montero es conocido como Pinguilín, un apodo que sí sabe de dónde proviene, pero que desconoce el porqué. Él cuenta que no puede explicar con exactitud por qué recibió ese sobrenombre. “Es una historia muy larga, tengo que preguntarle a mi madre cuando la vea de nuevo”, dice. “No sé cómo explicarte, exactamente yo mismo ni sé por qué me dicen así. Creo que fue mi abuelo, que cuando estaba chiquito me decía así porque molestaba mucho, que parecía un pingüino caminando”.
Montero asegura que escucha ese apodo desde que era un niño, pero que no le molesta para nada. Dentro de la organización de Portland ahora le llaman “The Ghost” (El Fantasma), así que ahora no sabe con cuál de los dos le gustaría que lo llamen. “Con el que sea”, señaló.
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