viernes, 5 de junio de 2015
Soterio Ramírez, un padrote de atletas de alto rendimiento
NATHANAEL PEREZ NERO...SANTO DOMINGO. En la hípica, cuando un pura sangre ganador deja la pista, su prestigio le permite convertirse en semental para reproducir ejemplares de su estirpe. Soterio Ramírez, ex capitán de la selección nacional de baloncesto, y tío de Jack Michael Martínez (líder histórico de puntos y rebotes en el combinado) comenzó la cría en 1993, mientras reforzaba al Cupes en Santiago adonde conoció a su esposa Cristina Espinal y sus dos proles cursan el camino para darle la categoría de los grandes padrotes.
Yeniffer Ramírez, la primogénita, acumula a sus 22 años un extenso currículo en voleibol que incluye jugar campeonatos del mundo en infantil (Tailandia ‘2009) y juvenil (Perú ‘2012), y viene de convertirse en la primera jugadora de la universidad Lindsey Wilson College de Kentucky en integrar el primer equipo All American de la NAIA, una división que agrupa a 287 academias en los Estados Unidos, Canadá y Bahamas.
Soterio Junior, que mientras acompañaba a su padre cuando reforzaba por Brasil, Chile, Portugal, Puerto Rico, Venezuela y España probó en el fútbol, la natación y el baloncesto, el próximo mes estará disponible para firmar como pelotero. Este gigante jardinero derecho (6’5) y bateador de poder entrena y juega en la liga élite International Prospect League (IPL), un circuito en el que en 2014 se firmaron jugadores por más de US$20 millones.
“No todo el mundo puede llegar a ser atleta de alto rendimiento, porque hay sacrificios que no todos están dispuestos a hacerlos aun tengan el talento. Un deportista tiene que saber su carrera de proyección, y si se establece que no puede actuar como una persona regular, sino que tiene que sacrificar muchas satisfacciones”, dice un Soterio Ramírez que apela a la inteligencia que le caracterizó como jugador para controlar la emoción que le generan sus hijos con la posibilidad de éstos dar el siguiente salto.
Las cuentas en las redes sociales del también viceministro de Deportes están repletas de fotos y enlaces con las actuaciones y reportes del desempeño de sus hijos.
Yennifer, de 6’3 y que juega de salidora que también ganó el premio a jugadora del año de su división, estudia comunicación y espera culminar su carrera para reintegrarse a la selección nacional, “para cuando me retire ver si puedo ser cronista deportivo”.
“Todo lo que soy es gracias a él (Soterio), ha sido la base primordial de mi desarrollo. Siempre ha estado esforzándose, diciéndonos que el sacrificio es la base de todo, y espero ver si algún día llegamos a ser como él”, dijo Yennifer, cuyas primas Brayelin y Jineiry Martínez también son parte de las selecciones nacionales de voleibol y su primo Brayan Almonte Martínez juega con los Titanes en la Liga Nacional de Baloncesto.
Pero las sugerencias de Soterio no siempre se han impuesto. A Yennifer le propuso dejar el básquet por el voleibol cuando era una adolescente. Con Junior, que hoy cursa el tercero de bachiller, no se impuso su voluntad, puesto lo puso a jugar baloncesto con Vinicio Muñoz a los seis años, pero a los 11 lo abandonó para perseguir su sueño en el béisbol inspirado por David Ortiz.
“Tener tantos familiares deportistas de gran renombre no me pone presión. Al contrario, me da más motivación, ya que si ellos pudieron yo también. Quiero ser parte de la familia ganadora de los Ramírez Martínez”, dijo Junior, que al igual que la mayoría de sus parientes cambian el chip de guerreros cuando están en la arena de juego por un trato afable y respetuoso cuando salen.
En el árbol genealógico de esta familia de “alto rendimiento” oriunda de Herrera radicada en Santo Domingo Este también figura un hermano de Soterio, Doroteo, que fue boxeador.
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