jueves, 23 de octubre de 2014

Los Reales hicieron sentir su furia



KANSAS CITY -- Los San Francisco Giants sabían que la Serie Mundial iba a ser complicada, aún después de que apalearon a los Kansas City Royals en el primer partido.

Pero este miércoles, vieron a los campeones de la Liga Americana desatar esa furía que los trajo hasta el Clásico de Otoño, en casi todos aspectos.



Y los Gigantes sufrieron algunos de los problemas crónicos de esta postemporada, como la falta de bateo oportuno con hombres en posición de anotar.



El resultado fue que regresan a San Francisco con la serie empatada 1-1. Peor aún, vuelven contra un rival que recuperó en 24 horas toda la motivación que había perdido.



"Nosotros sabíamos de antemano que esta pudiera ser una Serie Mundial de tomar y dar", dijo el jardinero de los Gigantes Gregor Blanco. "Aunque les habíamos ganado ayer (martes), sabíamos que ellos iban a regresar bien este día".



"Creo que pudimos hacer más en principio", agregó, "pero desperdiciamos y al final pagamos por eso, sin restar mérito a ellos que son un gran equipo, por eso están aquí".



Parecía que la noche mágica del Juego 1 podría repetirse, en especial después de que Blanco abrió el partido con su primer cuadrangular en postemporada en el turno inicial, para apaciguar a los 40,459 aficionados que colmaron este miércoles el Kauffman Stadium.



Sin embargo, el abridor de los Royals, el novato Yordano Ventura se recuperó y retiró a los siguientes tres bateadores.



El abridor de los Gigantes Jake Peavy también comenzó titubeante y pagó con una carrera en la primera entrada y otra en la segunda, antes de componer la figura y retirar a 10 bateadores en orden, hasta que en la sexta entrada comenzó el ataque del triunfo de los Royals.



Peavy salió después de permitir sencillo de Lorenzo Cain y regalar base a Erik Hosmer.



Entró Jean Machi, quien fue incapaz de frenar y ahí comenzó la tragedia de los californianos. "Entré en una situación con dos hombres en base y traté de tirarle un sinker para que me bateara para doble play", explicó Machi. "Me pudo conectar y ya viste lo que pasó".



Cinco lanzadores, incluido Peavy, subieron al montículo en ese fatídico sexto episodio de los Gigantes y en total permitieron las cinco carreras que fueron la diferencia.



"El bullpen ha estado haciendo buen trabajo", agregó Machi. "Hoy ellos se ajustaron a los pitcheos la gente de Kansas City. Era un juego apretado hasta el sexto inning. Son cosas que pasan".



Hunter Strickland fue el cuarto pitcher de esa sexta, en la que realizó un lanzamiento salvaje, recibir doblete de Salvador Pérez y cuadrangular de Omar Infante, que provocaron el máximo daño.



Strickland fue expulsado por una alegata con Pérez. "Creo que sólo fue frustración", consideró el manager de los Gigantes, Bruce Bochy. "Es una situación intensa y el muchacho es intenso...".



"Primero recibe un doble y luego un cuadrangular&", agregó. "Es un competidor y creo que salió de sus casillas".



Ya con el daño hecho, Bochy aprovechó para enviar a la loma a Tim Lincecum, por vez primera en esta postemporada.



La buena noticia es que lució impecable, al retirar en orden la séptima entrada. La mala, es que después de retirar a dos bateadores en la octava, salió del partido con molestias en la espalda baja.



"Creemos que estará bien", dijo Bochy. "Creo que es en la parte izquierda. Sabremos más mañana, vamos a revisarlo. Intentó quedarse adentro, pero las molestias siguieron".



Los Gigantes aseguraron que regresan satisfechos a su parque de pelota, donde el viernes se reanudará el Clásico de Otoño.



Reconocieron que deben mejorar algunos aspectos, en especial ofensivos, después de dejar ocho corredores en las bases.



"Hay que aprovechar cuando tienes oportunidad, en especial contra un pitcheo como el de ellos", dijo Blanco. "Pero hay que ser optimistas. Sacamos un buen triunfo aquí. Ya conocimos un poquito más de sus pitchers y volvemos a casa para tres partidos".

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