“Esto es muy importante para nosotras. FIBA Américas está abriendo una puerta para otras mujeres, tiene una visión muy importante, no hace diferencia entre árbitros hombres y árbitros mujeres, somos todos iguales. El campeonato es grandioso, muy importante. Me siento realizada, estoy muy contenta por estar acá”, aseguró Silva. Y Bass agregó: “Estoy feliz de estar aquí para hacer el trabajo. El trabajar con atletas de alto nivel del continente tratando de llegar al Mundial me llena de orgullo. Amo el baloncesto y el arbitraje me hace feliz, por eso quiero hacerlo lo mejor que pueda”.
En cuanto al hecho de haber roto una barrera y al prejuicio que puede haber en un ambiente generalmente de árbitros hombres, la estadounidense comentó: “Los árbitros somos una comunidad, nos apoyamos mutuamente, somos un equipo. No siento ningún prejuicio de otros árbitros. Por otro lado, me siento enfocada en lo que tengo que hacer, porque los atletas y los entrenadores han trabajado fuerte para estar aquí. Es muy importante para los países, y por eso estoy enfocada en hacer el mejor trabajo posible.”
“Amo el básquetbol, en mi país quería ser técnico de este deporte, pero no fue posible. Entonces decidí hacer un curso para estar dentro del básquetbol”, concluyó la brasileña.
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