MLB..CLEVELAND - Roberto Hernández vivió muchos altibajos durante sus siete años en Cleveland.
Cuando el derecho dominicano de los Rays volvió al Progressive Field por primera vez este fin de semana desde que se unió a los Rays durante el invierno, lo hizo de una manera bien callada, sin fanfarria.
Sí hay que destacar que el veterano se perdió camino al clubhouse visitante.
Durante su primera temporada completa como abridor de los Indios en el 2007, Hernández-en ese momento conocido como Fausto Carmona-terminó cuarto en las votaciones para el premio Cy Young de la Liga Americana y ayudó a Cleveland a avanzar a la Serie de Campeonato del Joven Circuito.
"Ese fue el mejor momento", dijo Hernández. "La pasé bien después de eso también, pero algunas cosas fueron malas y otras fueron buenas."
Hernández se refiere a problemas dentro y fuera del terreno. Del 2008 al 2009, tuvo marca combinada de 13-19 con efectividad de 5.89. Después de tener una temporada digna del Juego de Estrellas en el 2010, registró promedio de carreras limpias de 5.25 en el 2011.
En enero del 2012, fue arrestado en la República Dominicana por falsificar su identidad. Se reveló que su nombre no era Fausto Carmona, nombre que llevaba desde que fue firmado por los Indios en el 2000, y que tenía tres años más de los que se pensaba.
Hernández no volvió a los Estados Unidos hasta julio del 2012, cuando cumplió una suspensión de tres semanas impuesta por Major League Baseball a raíz de los cargos que enfrentó en Dominicana. Regresó al equipo de Cleveland en agosto e hizo tres aperturas por la Tribu. El día 30 de dicho mes, los compañeros de Hernández celebraron el cumpleaños del lanzador y bromearon sobre los otros que "se perdió" cuando se descubrió su verdadera edad.
"Mi mejor recuerdo de Bob es que es una gran persona", dijo el pitcher de los Indios, Justin Masterson. "Sin importar qué hiciste, por ejemplo mi habilidad de hacer un chiste con los tres pasteles de cumpleaños, pues él lo tomó como un campeón.
"Se vio involucrado en una situación desafortunada para todos, pero en su corazón y su alma es una persona de mucha calidad. Por eso fue uno de mis compañeros favoritos."
La ocasión que recuerdan muchos fanáticos de los Indios-además de los compañeros de Hernández-fue el Juego 2 que lanzó el dominicano contra los Yankees en la Serie Divisional de la Liga Americana. En aquel partido, grandes cantidades de mosquitos quironómidos molestaron a los jugadores de ambos equipos, pero Hernández mantuvo la calma para tirar nueve entradas estelares. Limitó a Nueva York a una carrera y tres hits, antes de que la Tribu ganara el encuentro en 10 innings.
"Recuerdo que se estaba comiendo los (insectos). Esa era nuestra broma", dijo Masterson. "Eso estaba perjudicando a Joba (Chamerlain, lanzador de los Yankees), pero (Hernández) se veía como que, 'Me comeré algunos y ya. Quítense del camino'. Entonces, le tenían miedo así que no le molestaron mucho."
Hernández dijo que mantiene el contacto con algunos jugadores y empleados de los Indios. Aunque no enfrentó a su ex equipo en la serie recién concluida, le dio gusto regresar a una ciudad que fue su casa durante siete años.
"Estuve contento de estar aquí en Cleveland", dijo Hernández. "Fue bueno ver a algunas personas en el fin de semana."
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