JULIO CASTRO..San Juan de la Maguana.- La primera referencia es la estatua del cacique indígena Caonabo, que da la bienvenida a San Juan de la Maguana. Luego, una calle de alrededor de un kilómetro de distancia en malas condiciones. Estas son las coordenadas que guía sin problemas hasta el hogar del paracorto de los Cerveceros de Milwaukee, Jean Carlos Segura, ubicada en el sector Cristo Rey de esta provincia de la región Sur del país.
En su interior se encuentran Carlos Enrique Segura de la Rosa y Anny Maribel Encarnación, sus padres, quienes no esconden su felicidad de saber que su hijo, a quien levantaron con mucho esfuerzo, hoy sea uno de los mejores talentos jóvenes que tiene las Grandes Ligas. “La felicidad como padre es grande”, expone Carlos Enrique. “Levantamos a Jean Carlos con mucha valentía, pero sobre todo con el amor que unos padres puedan darles a sus hijos. Le damos las gracias a Dios por tantas cosas buenas que en el camino nos ha puesto y lo que mi hijo está haciendo hoy es una de ellas. Nuestro hijo es una bendición de Dios”, agrega.
Enrique expresa que el amor por el béisbol en Jean se inició a los tres años, pasión que heredó de sus padres (él es un exjugador de béisbol y la madre exjugadora de softbol). “De tal palo tal astilla. Siempre me lo llevaba para el play. Siempre le gustaba irse conmigo. Era el que más interés sentía por la pelota, hasta ya grandecito. Luego se desencantó y dejó de practicar pelota”, indica.
Es en el baloncesto donde encontró un refugio. Karl Malone, célebre jugador de los Jazz de Utah en la NBA, era el mote con el que se conocía en las canchas. Pero esos amores con el deporte del aro y el balón duraron poco, hasta que tomó la decisión de regresar al deporte que hoy le ha dado el mejor de los parabienes. “A los 12 años deja el béisbol e ingresa en el baloncesto. Fue poco lo que duró porque un amigo de mi esposo le vio el talento que tenía en el béisbol, lo motivó y lo inscribió en un programa y gracias a Dios, hoy la vida le dio la razón a pesar de los comentarios negativos que habían en el barrio de que no tenía talento para ser un gran jugador debido a su tamaño”, expresa su madre, Anny Encarnación.
Vida humilde
En 2007, los Angelinos de Anaheim observaron en Jean Segura un prospecto con mucho futuro, otorgándole un bono de 70 mil dólares. Esa suma no alteró la vida en el jugador de 23 años, relata su padre. “Vivíamos en el barrio Mesopotamia. Luego nos mudamos para este sector (Cristo Rey). Con parte de ese dinero se le hizo algunos arreglos a la casa y gracias a Dios hoy es diferente. Lo importante es que vivimos humildemente, a pesar de los comentarios de muchas personas que piensan que uno es rico, pero no es así”, indica. En la actualidad, Segura registra un promedio de .347 (segundo en ese departamento de la Liga Nacional, detrás de Joey Votto, quien batea .351), con 66 hits, ocho jonrones y 21 carreras remolcadas en 47 encuentros. Muchas son las vías que la familia del novel jugador de los Cerveceros tienen para poder saber de sus números o como le fue en una de las jornadas de las Grandes Ligas.
“Hay ocasiones que nos vamos a una banca y allí hay personas que nos dicen cómo le fue. También nos vamos a un centro de Internet para buscar sus números y estar día a día con lo que hace”, indica su hermana Jessica Mariel Segura Encarnación.
Preocupación de madre
Cuando Segura fue firmado, los Angelinos lo llevaron a su complejo, ubicado en San Pedro de Macorís. Es allí cuando comienza la preocupación de su madre al saber que su hijo estaría a 275 kilómetros de San Juan de la Maguana.
“Yo buscaba el pasaje para ir a donde él estaba, no me importaba la distancia. Como madre presentía muchas cosas. Pero gracias a Dios todo salió bien. Todo obra para bien. Dios sabe hacer sus cosas”, dice Anny Maribel.
Pero el dolor se le hizo más fuerte cuando supo que su vástago tenía que viajar a los Estados Unidos. “Fue algo grande. Ese dolor de madre estaba ahí, el saber que tu hijo está bastante lejos y que no puede verlo. Nuestra consolación eran las llamadas que siempre hacía a la casa para decirnos que estaba bien. No me despegaba de ese teléfono, pero con el tiempo uno fue acostumbrándose”.
Anny expresa que uno de sus sueños es poder estar al lado de su hijo en los Estados Unidos y darle ese calor que, a su juicio, todo hijo necesita de una madre. Jean Carlos, es el primero de tres hijos que procreó la pareja Segura-Encarnación. Jessica Mariel y Jeffry Michael Segura Encarnación, son los otros miembros que componen la familia.
En su interior se encuentran Carlos Enrique Segura de la Rosa y Anny Maribel Encarnación, sus padres, quienes no esconden su felicidad de saber que su hijo, a quien levantaron con mucho esfuerzo, hoy sea uno de los mejores talentos jóvenes que tiene las Grandes Ligas. “La felicidad como padre es grande”, expone Carlos Enrique. “Levantamos a Jean Carlos con mucha valentía, pero sobre todo con el amor que unos padres puedan darles a sus hijos. Le damos las gracias a Dios por tantas cosas buenas que en el camino nos ha puesto y lo que mi hijo está haciendo hoy es una de ellas. Nuestro hijo es una bendición de Dios”, agrega.
Enrique expresa que el amor por el béisbol en Jean se inició a los tres años, pasión que heredó de sus padres (él es un exjugador de béisbol y la madre exjugadora de softbol). “De tal palo tal astilla. Siempre me lo llevaba para el play. Siempre le gustaba irse conmigo. Era el que más interés sentía por la pelota, hasta ya grandecito. Luego se desencantó y dejó de practicar pelota”, indica.
Es en el baloncesto donde encontró un refugio. Karl Malone, célebre jugador de los Jazz de Utah en la NBA, era el mote con el que se conocía en las canchas. Pero esos amores con el deporte del aro y el balón duraron poco, hasta que tomó la decisión de regresar al deporte que hoy le ha dado el mejor de los parabienes. “A los 12 años deja el béisbol e ingresa en el baloncesto. Fue poco lo que duró porque un amigo de mi esposo le vio el talento que tenía en el béisbol, lo motivó y lo inscribió en un programa y gracias a Dios, hoy la vida le dio la razón a pesar de los comentarios negativos que habían en el barrio de que no tenía talento para ser un gran jugador debido a su tamaño”, expresa su madre, Anny Encarnación.
Vida humilde
En 2007, los Angelinos de Anaheim observaron en Jean Segura un prospecto con mucho futuro, otorgándole un bono de 70 mil dólares. Esa suma no alteró la vida en el jugador de 23 años, relata su padre. “Vivíamos en el barrio Mesopotamia. Luego nos mudamos para este sector (Cristo Rey). Con parte de ese dinero se le hizo algunos arreglos a la casa y gracias a Dios hoy es diferente. Lo importante es que vivimos humildemente, a pesar de los comentarios de muchas personas que piensan que uno es rico, pero no es así”, indica. En la actualidad, Segura registra un promedio de .347 (segundo en ese departamento de la Liga Nacional, detrás de Joey Votto, quien batea .351), con 66 hits, ocho jonrones y 21 carreras remolcadas en 47 encuentros. Muchas son las vías que la familia del novel jugador de los Cerveceros tienen para poder saber de sus números o como le fue en una de las jornadas de las Grandes Ligas.
“Hay ocasiones que nos vamos a una banca y allí hay personas que nos dicen cómo le fue. También nos vamos a un centro de Internet para buscar sus números y estar día a día con lo que hace”, indica su hermana Jessica Mariel Segura Encarnación.
Preocupación de madre
Cuando Segura fue firmado, los Angelinos lo llevaron a su complejo, ubicado en San Pedro de Macorís. Es allí cuando comienza la preocupación de su madre al saber que su hijo estaría a 275 kilómetros de San Juan de la Maguana.
“Yo buscaba el pasaje para ir a donde él estaba, no me importaba la distancia. Como madre presentía muchas cosas. Pero gracias a Dios todo salió bien. Todo obra para bien. Dios sabe hacer sus cosas”, dice Anny Maribel.
Pero el dolor se le hizo más fuerte cuando supo que su vástago tenía que viajar a los Estados Unidos. “Fue algo grande. Ese dolor de madre estaba ahí, el saber que tu hijo está bastante lejos y que no puede verlo. Nuestra consolación eran las llamadas que siempre hacía a la casa para decirnos que estaba bien. No me despegaba de ese teléfono, pero con el tiempo uno fue acostumbrándose”.
Anny expresa que uno de sus sueños es poder estar al lado de su hijo en los Estados Unidos y darle ese calor que, a su juicio, todo hijo necesita de una madre. Jean Carlos, es el primero de tres hijos que procreó la pareja Segura-Encarnación. Jessica Mariel y Jeffry Michael Segura Encarnación, son los otros miembros que componen la familia.
El moro de guandules, la pasión de Jean
Cuando Jean Segura se toma unas vacaciones en el país, uno de sus principales refugios en su casa es la cocina.
Una de sus grandes pasiones en términos culinarias es la de preparar un moro de guandules. “Ese muchacho es loco con eso, y queda de bueno... (risas).Claro muchas veces hay que estar ahí para darle seguimiento a lo que está cocinando”, relata su madre. Pero su carta de menú no solo se inscribe en el moro de guandules, también prepara chenchén, arroz con huevos y paticas de cerdo. Asimismo, le gusta compartir con sus familiares y sus amigos. “Nada de calle con él cuando esta aquí. Es como si se tratara de un niño que no sale para ningún lado”, dice su hermana. “Se sientan en la marquesina a jugar dominó y ahí se quedan por largas horas. Siempre se mantiene unido a la familia”, agrega Jessica. Le gusta escuchar música y ver televisión, así como participar en fiesta de palos que su madre celebra anualmente. El año pasado, Jean Segura fue uno de los representantes latinoamericanos que visitó la Casa Blanca. Fue saludado por el presidente Barack Obama.
Una de sus grandes pasiones en términos culinarias es la de preparar un moro de guandules. “Ese muchacho es loco con eso, y queda de bueno... (risas).Claro muchas veces hay que estar ahí para darle seguimiento a lo que está cocinando”, relata su madre. Pero su carta de menú no solo se inscribe en el moro de guandules, también prepara chenchén, arroz con huevos y paticas de cerdo. Asimismo, le gusta compartir con sus familiares y sus amigos. “Nada de calle con él cuando esta aquí. Es como si se tratara de un niño que no sale para ningún lado”, dice su hermana. “Se sientan en la marquesina a jugar dominó y ahí se quedan por largas horas. Siempre se mantiene unido a la familia”, agrega Jessica. Le gusta escuchar música y ver televisión, así como participar en fiesta de palos que su madre celebra anualmente. El año pasado, Jean Segura fue uno de los representantes latinoamericanos que visitó la Casa Blanca. Fue saludado por el presidente Barack Obama.
Opiniones
Siempre había un pleito porque no aguantaba los ejercicios a los que se sometía. Con el tiempo eso cambió”.
Oscar Antonio Valdez
Tío e instructor físico
Oscar Antonio Valdez
Tío e instructor físico
Jean Carlos fue siempre un muchacho disciplinado. El éxito que hoy tiene se debe a eso”.
Alejandro Encarnación
Tío
Alejandro Encarnación
Tío
Como madre de Jean me siento orgullosa por las cosas que mi hijo ha logrado en su corta carrera en el béisbol”.
Anny Maribel Encarnación
Madre
Anny Maribel Encarnación
Madre
Es un joven que no puede estar separado de su familia cuando está en el país. Ese calor siempre está ahí”.
Aníbal Luciano
Tío
Aníbal Luciano
Tío
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