ESPN..KISSIMMEE -- Cada cambio de ambiente representa un nuevo comenzar, una nueva experiencia, una nueva oportunidad para crecer y ser mejor, para recargar las energías y las ambiciones.
Todo eso lo ha experimentado en su carrera Carlos Peña, pero es ahora, cuando por primera vez está vistiendo el uniforme de los Astros de Houston, que realmente siente que esos factores pueden marcar una diferencia en su actuación dentro del terreno de juego.
"Me estoy alimentando de la energía de todos estos jóvenes, que tienen mucha hambre, que tienen esa mentalidad de principiante que a veces es la mejor mentalidad que uno puede tener, porque uno lo que quiere es aprender y progresar", dijo Peña, tras terminar una conversación con el joven venezolano y figura de los Astros, José Altuve, en el clubhouse del complejo primaveral del equipo, en Kissimmee, Florida.
El dominicano es el pelotero de mayor edad y experiencia de Grandes Ligas en la novena de Houston, que tiene una de las nóminas más baratas de MLB y con uno de los menores promedios de edad en las mayores.
Esa situación lo coloca como el líder natural de la novena, pero también le da posibilidad de nutrir más su pasión por el juego y refrescar sus objetivos.
"Creo que le puedo sacar mucho (provecho) al estar alrededor de tantos jugadores jóvenes, jugadores que tiene muchos sueños y eso me puede energizar. Me gusta. Siempre es bonito cuando uno puede volver a pensar en el comienzo, en el inicio. Es un nuevo comienzo para mí, es refrescante y me siento agradecido", dijo el pelotero de 34 años de edad.
"Creo que todo esto viene con una responsabilidad que debo llevar, porque tengo un papel que debo desempeñar y que es muy natural para mí, por la manera en la que soy. Siempre trato de compenetrarme con mis compañeros, de formar buenas relaciones. Esa es mi naturaleza. Si al fin y al cabo yo termino como el hermano mayor, está bien, porque me agrada el poder ayudar de cualquier manera, de ayudarlos a no cometer los errores que yo he cometido y a ahorrar un poco de tiempo en su desarrollo como jugadores, como profesionales", agregó.
Alrededor de las mayores, Peña ha sido reconocido como un gran compañero, como un pelotero alegre y positivo, que impulsa a que el ambiente dentro del equipo en el que está sea relajado. De ahí que su presencia en los conjunto en los que ha estado en Grandes Ligas (Vigilantes de Texas, Atléticos de Oakland, Tigres de Detroit, Medias Rojas de Boston, Rays de Tampa Bay y Cachorros de Chicago) se extrañe.
Contar con el dominicano es un soporte para el estratega de los Astros, Bob Porter, quien ha hablado con él y le ha expresado su interés de que funja como un guía ante el joven plantel del equipo.
"La dinámica que tenemos aquí es bastante interesante y creo que será muy eficaz, que la podemos traducir en juegos ganados, que es lo que se quiere, que todo esto pueda producir victorias, victorias y victorias", dijo Peña.
El primera base ha quedado sorprendido ante la forma en la que Porter trabaja y se comunica con los peloteros.
"Estoy sumamente impresionado con su manera de ser, con su manera de trabajar. Lo conocí cuando jugábamos juntos, hace muchos años, cuando él estaba ya en el final de su carrera y yo venía comenzando. Me impresionó mucho como persona. Es increíble verlo llegar a este punto, en el que es dirigente de Grandes Ligas", expresó.
En los últimos años Peña ha confrontado algunos inconvenientes en su ofensiva, que no ha logrado mantenerse de forma consistente produciendo lo que ya él ha mostrado y ha probado en su carrera en las mayores.
Aunque suene a cliché, el dominicano está seguro que con este nuevo ambiente, las lecciones aprendidas de los fallos y los malos momentos, además de la mayor consciencia en su preparación, esta podría ser una buena temporada a él.
"Me siento mucho más preparado, porque he atravesado el fuego y supuestamente el fuego pule, así lo tomó. Uno trata de aprender las razones por las cuales dejé de utilizar el lado opuesto del campo, el leftfield, (a la hora de batear), por las que comencé a halar la bola demasiado. Por eso trabajo a diario en los ajustes de mí swing, así como en muchísimas cosas en general", dijo Peña, quien agregó: "He trabajado en mi mecánica, en las cositas para mejorar mi juego y mi producción en el juego. Ayudar al equipo a anotar carreras, a empujar corredores hacia la goma, ayudarlo con mi defensa".
La experiencia y la madurez le ha permitido identificar las desacertadas decisiones que tomó en la forma de su juego, pensando que lo iban ayudar, cuando en realidad debía seguir fiel a los criterios y técnicas que lo llevaron a debutar en Grandes Ligas, en 2001.
"He tratado de volver a ese swing original que siempre tuve, el cual en un momento sentí que debí cambiarlo, por eso comencé a intentar nuevos estilos, lo que no me favoreció. Creo que si me hubiera mantenido de la misma manera hubiese tenido un mejor desempeño, pero esas son cosas que se aprende, en mantenerse consistente, en ser la mejor versión de mi mismo, que yo pueda ser, y no tratar de ser alguien que no soy", reflexionó.
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