lunes, 21 de enero de 2013

Nelson ayuda a Lara pasar a la final



SANTO DOMINGO (Licey.com).- Máximo Nelson no alcanzó a lanzar para los Tigres del Licey de la pelota dominicana, pero el sábado logró una victoria como refuerzo de los Cardenales de Lara, que fue como el salvoconducto para que ese conjunto avanzara a la final de la Liga Venezolana de Béisbol.
 
El derecho debutó con 5.0 entradas de una carrera y tres ponches para acreditarse la victoria al vencer Lara 6-3 a los Navegantes de Magallanes, que será el rival de los Cardenales en la final de la campaña 2012-13, que comienza el miércoles.
 
“Doy gracias a Dios porque ayer (por el sábado) tuve una buena salida para ayudar al equipo a ganar, un buen punto para clasificar”, declaró Nelson, quien juega en Japón durante el verano (hasta noviembre), factor básico por el que no ha tirado una pelota en tres años con el Licey, desde la campaña 2009-2010.
 
“Los muchachos batearon bien, ayudaron el pitcheo y ganamos”, apuntó el refuerzo de Lara, que el domingo venció 7-4 a los Leones del Caracas para concretar su pase a la final contra Magallanes, cuyo ganador representará a Venezuela en la Serie del Caribe, que se disputará en Hermosillo, México.
 
Aunque aceptó que “es muy diferente” la Liga de Venezuela  a la de Dominicana, destacó que en torneo de la patria bolivariana “hay un buen talento aquí y los muchachos están bien”.
 
Indicó que sus compañeros en el equipo lo han tratado bien, que se siente contento y que va a estar hasta el final con los Cardenales, para intentar ganar el campeonato.
 
Comentó que entre su llegada a Venezuela y la espera para hacer su debut, su accionar se limitó a ir del hotel al estadio y soltó la sutil queja de que todavía no ha comido mucho arroz (el plato que hala al dominicano).
 
“No he salido mucho, tampoco; solo del play al hotel, dormir y llamar a la familia a Dominicana: eso es lo único”.
 
Sobre la alimentación, dijo que ha comido cachapa y arepa (típicas de Venezuela) y extrañamente aseguró que las comidas de ambos países son muy parecidas. “Casi no he comido arroz aquí, todavía”, soltó.

Por Dimaggio Abreu

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