miércoles, 12 de diciembre de 2012

“Soy un liceísta muy agradecido” Erick Aybar juega aquí por agradecimiento a los Tigres del Licey



Freddy TapiaSanto DomingoContrario a muchos grandesligas que cuando juegan aquí lo primero que buscan es mejorar algunos aspectos de sus juegos, Erick Aybar lo hace porque es ciento por ciento liceísta y porque disfruta accionar ante una fanaticada que ha venido apoyándole desde los tiempos en que no era nadie en el béisbol.
También por lo agradecido que está del Licey, de sus compañeros y de un circuito que le dio la oportunidad de desarrollarse y catapultarse a las Mayores.
“Yo, cuando vengo a jugar a Dominicana, me entrego al igual que en Estados Unidos”, expresa el torpedero de los Angelinos de Anaheim.
“Ustedes saben que el poco de pelota que sé lo he aprendido aquí. Le agradezco a la Liga Dominicana y a los Tigres del Licey que siempre ha tenido confianza en mí”, declara. “Ese es el motivo por el que juego”.
Por su deseo de integrarse al equipo de su vida, los Angelinos le dieron un permiso que en principio se dijo  era de cinco a siete juegos, pero todo luce indicar que por su deseo de seguir vestido de blanco y azul esa limitante se haya flexibilizado en algo.
De hecho, ya ha participado en seis encuentros y él no ha declarado que el de mañana contra los Toros será el último. Con él en la alineación, los felinos tienen registro de 3-3, pero pudo haber sido 5-1 si el relevo no hubiese fallado un par de veces.
Proveniente de una familia fanática de los Tigres, Aybar resalta, en sentido figurado, que tiene la sangre azul y que desde que comenzó a practicar este deporte en su niñez siempre deseó vestir el uniforme azul.
Ciento por ciento liceísta
“Soy cien (to) por ciento liceísta, sangre azul. Cuando era carajito siempre decía que quería jugar con el Licey y gracias a Dios que caí aquí”, puntualiza el torpedero banilejo, quien no accionaba aquí desde el torneo de 2009-2010 por decisión de los Angelinos.
“Esa es la ventaja cuando tú quieres a un equipo y los muchachos (sus compañeros) te brindan apoyo. Eso vale mucho, ¿entiende?”. señala el ganador del Guante de Oro de la Liga Americana en el 2011.
Los Tigres (16-26) ocupan la última posición, a tres juegos y medio de la cuarta posición que ocupan los Toros del Este (20-23).
Un bateador de .297 de por vida en sus siete años campañas previas en “La Pelota Nuestra”, Aybar le agrega mucho más que ofensiva, velocidad y buena defensa a los Tigres del Licey.
“Erick es la epitonía de un líder. Un jugador de la calidad de él, de su estirpe, trae ese tipo de liderazgo”, explica Tony Fernández, una antigua estrella de la posición con el Licey que ahora funge como asesor.
Fernández resalta que Aybar, quien el 14 de enero próximo cumplirá 29 años, predica más con el ejemplo que con sus palabras, “Sus hechos hablan más fuertes que sus palabras”.
El comentarista Tomás Troncoso, quien conoce al Licey como la palma de sus manos porque en las últimas cinco décadas ha estado comentando en la Cadena Azul, considera que Erick le da mucha motivación al equipo.
“El hecho de que haya un jugador estelar, Guante de Oro, y con su bateo oportuno puede ser de mucha ayuda en las aspiraciones de darle caza a los Toros o a los Gigantes de San Francisco”, sostiene el inmortal de los comentarios deportivos.
Con palabras más sencillas, el relevista Carlos Pérez coincide con Fernández y Troncoso en lo relativo a la importancia de Aybar.
“Erick lo tiene todo. Es un muchacho que le pone salsa al equipo y cuando lo  tenemos en el siore nosotros nos sentimos confiados”.

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