MLB..SAN FRANCISCO -- Acostumbrados a venir de atrás, los Gigantes de San Francisco ahora tienen la sartén por el mango en la Serie Mundial.
Madison Bumgarner aquietó a los bates de los Tigres de Detroit durante siete innings y los Gigantes capitalizaron un toque perfecto de Gregor Blanco para conseguir la carrera que les dio el jueves una victoria 2-0 en el segundo juego del Clásico de Otoño.
San Francisco aprovechó su condición de local en los primeros dos partidos para irse al frente 2-0 y ahora buscará sentenciar en Detroit, donde la serie se trasladará el sábado para los próximos tres juegos.
De los 52 equipos que tomado una ventaja, 41 lograron consagrarse campeones, casi un 80 por ciento. Los últimos ochos supieron liquidarlo, incluyendo a los Gigantes en 2010.
El sábado, el venezolano Aníbal Sánchez abrirá por los Tigres contra Ryan Vogelsong de los Gigantes.
La segunda victoria de San Francisco se terció con el estilo de béisbol más sencillo posible. El toque de Blanco --una pelota que se quedó dormida por la raya de tercera base-- hizo llenar las bases en el séptimo inning. Acto seguido, una roleta de Brandon Crawford para doble matanza trajo la carrera que puso a San Francisco a mitad de camino de su segundo campeonato en tres años.
Un elevado de sacrificio de Hunter Pence, luego de batear tres fouls en cuenta de 0-2 ante el relevista Octavio Dotel, empujó la segunda anotación en el octavo. v Para los Gigantes, esta ventaja 2-0 es algo totalmente diferente esta postemporada. En las dos series anteriores debieron remontar desde muy atrás: un 2-0 ante Cincinnati en una pulseada al mejor de cinco y luego sobrevivieron a un déficit 3-1 frente a San Luis por el título de la Liga Nacional.
Los Tigres desembarcaron en San Francisco con la etiqueta de favoritos, pero se regresan a Detroit muy tocados y preguntándose cómo es posible que todo le esté saliendo tan mal. Prince Fielder, por ejemplo, fue puesto out en el plato por un pelo, impidiéndoles tomar una ventaja temprano.
El abridor de los Tigres Doug Fister fue impactado en la cabeza por una línea bateada por Blanco, pero lanzó dominante hasta que relevado en el séptimo al ser saludado por un sencillo de Pence.
En un verdadero duelo de pitcheo, Bumgarner toleró dos hits, colgó siete ceros y recetó ocho ponches. El bullpen de San Francisco se encargó del resto, con Santiago Casilla y Sergio Romo bajando la cortina en las dos últimas entradas.
Otra brillante jugada del avezado intermedista Marco Scutaro y el innecesario riesgo tomado por el coach de tercera base Gene Lamont le impidieron a los Tigres tomar la ventaja en la segunda cuando Fielder fue puesto out en el plato.
Fielder recibió un pelotazo al abrir el inning y Delmon Young procedió con un doble al jardín izquierdo. Mientras la pelota quedaba a la deriva, Lamont le dio luz verde al fornido toletero para ir al plato. No habían outs.
Scutaro, pieza fundamental de los Gigantes en este octubre, estuvo despierto en la jugada y se colocó en el otro extremo para atrapar el disparo del jardinero Blanco y luego lanzó preciso el receptor Buster Posey, quien tocó con su guante a Fielder por la espalda. El umpire Dan Iassogna cantó el out enfáticamente.
Los Tigres, sin embargo, no estuvieron de acuerdo. Fielder se levantó y reclamó airadamente. El manager Jim Leyland salió de la cuerva y apuntó airadamente hacia la almoadilla.
Pero las imágenes de televisión convalidaron que Iassogna había tomado la decisión correcta.
Fister se llevó un susto en la parte baja del inning. Con dos outs, Blanco disparó una línea por el medio que golpeó a Fister en el lado de la cabeza y la pelota y se fue al jardín central. Fister reaccionó como si nada para seguir en el montículo.
Una noche después de convertirse en el cuarto bateador en la historia que conecta tres jonrones en un mismo juego de la Serie Mundial, Pablo Sandoval conectó de 3-1. Su compatriota venezolano Scutaro se fue de 4-0 y vio cortada una racha de 11 juegos consecutivos bateando de hit esta postemporada.
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