Con frecuencia escuchamos que en nuestro país, sólo el torneo de béisbol profesional de invierno es inaugurado en la misma fecha en que originalmente fue anunciado. Es decir, que no sufre posposiciones, luego de que sus organizadores fijan el día en que el campeonato deberá comenzar.
Este señalamiento se hace para resaltar el nivel de estabilidad que ha alcanzado el referido evento beisbolero, diferente a otros certámenes, que adolecen de variar su tiempo de inicio con mucha asiduidad, lo que provoca que sus organizadores pierdan credibilidad.
MadurezSi partimos de la premisa anterior, entonces tenemos que reconocer que la Liga Scotiabank LNB, el principal circuito profesional de baloncesto en la República Dominicana, ha pasado a engrosar las filas de los eventos que han alcanzado una gran madurez institucional, puesto que en sus tres ediciones, cada temporada ha arrancado en la fecha establecida por sus gestores con varios meses de anticipación.
OrganizaciónHonrar los compromisos, no es fruto de la casualidad o el azar. En ese aspecto hay que destacar que el nivel de institucionalidad logrado por la LNB, es producto del trabajo desarrollado durante todos los meses del año, por una sólida estructura organizativa, liderada por el presidente del circuito, licenciado Federico Lalane José.
SolvenciaY como una cosa se deriva de la otra, la labor desplegada por los responsables de la liga, caracterizada por su seriedad y consistencia, ha traído como consecuencia que la LNB goce hoy en día de un alto grado de solvencia moral y económica.
La aceptación del público, que crece día a día, el respaldo de la prensa y el apoyo de importantes y reconocidas empresas nacionales e internacionales, representan la principal carta de presentación de la Liga Scotiabank LNB.
Garante No exagero al afirmar que en estos momentos, la Liga Scotiabank LNB es garante de la institucionalidad del baloncesto en el país.
El mejor aval para esa afirmación, es el exitoso montaje de sus dos primeros torneos y el buen inicio del certamen de este año.
Mientras la inmensa mayoría de los eventos de baloncesto superior enfrentan múltiples inconvenientes, principalmente en el orden económico y organizativo, los campeonatos de la LNB se vienen celebrando de manera positiva y sin los traumas habituales.
El éxito de la Liga Scotiabank LNB es una muestra fehaciente de que sí se puede montar una actividad exenta de problemas en el baloncesto dominicano.
Unión fructíferaLa unión de un grupo de empresarios emprendedores y de una estructura organizativa encabezada por personalidades de prestigio, parió una entidad que se ha encargado de restaurar la confianza de firmas comerciales privadas, que en años recientes le habían retirado su apoyo al baloncesto de nuestro país, debido a los numerosos conflictos originados en los distintos eventos diseminados a lo largo del territorio nacional.
Ese crédito recuperado, ha permitido a la Liga Scotiabank LNB conseguir el patrocinio de una entidad bancaria de sólido prestigio nacional e internacional y de otras corporaciones de igual ascendencia, tanto en el extranjero como localmente.
Seguir políticaLa solvencia institucional con que hoy en día cuenta la liga, ha sido lograda gracias a un trabajo tesonero y consistente, al respeto absoluto de sus reglamentos y estatutos, pero sobre todo al cumplimiento irrestricto de los compromisos salariales contraídos con todo los miembros de su engranaje organizativo, incluyendo jugadores, cuerpo técnico, árbitros, anotadores, narradores y comentaristas, así como el personal de seguridad, de apoyo y de prensa.
Hasta ahora esa ha sido la clave del triunfo de la LNB y dentro de esos lineamientos se tiene que seguir trabajando.
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