JORGE MOREJON...En algún momento de la pasada temporada, al dominicano Starlin Castro, campocorto de los Cachorros de Chicago, se le señalaron problemas de actitud que mellaban su labor sobre el terreno.
Año nuevo, vida nueva. Esta vez, Castro parece haber decidido que sea su enorme e indiscutible talento quien hable por él y como botón de muestra, dejó números sobrados para ser el mejor latino de la Liga Nacional en la semana del domingo 8 al sábado 14 de abril.
El quisqueyano, que ya este año fue movido definitivamente al tercer turno en la alineación de Chicago, bateó diez hits en 26 turnos, para average de .384, con seis carreras anotadas e igual número de impulsadas. Como extrabases, pegó tres dobletes y su slugging fue de .500.
A la sombra de Castro, su compatriota y compañero de equipo Alfonso Soriano está tratando de reverdecer laureles.
Esta semana, Soriano, colocado cuarto en la tanda, se fue de 25-8 (.320), con dos anotadas y seis remolques, aunque todos sus hits fueron sencillos y hasta el momento, entre los dos aún no han despachado ninguna pelota sobre las cercas.
Uno que ha comenzado al ritmo que de él se esperaba es el prospecto cubano J.D. Martínez, de los Astros de Houston.
Luego de mostrar su talento durante 53 juegos en el 2011, Martínez se ganó la titularidad para iniciar el 2012 como tercer bate de los Astros.
Esta semana, el cubano pegó ocho hits en 21 turnos, para average de .381, con cuatro anotadas y seis empujadas. Como extrabases disparó un par de cuadrangulares, incluido el primero oficial dentro de la temporada en el nuevo parque de los Marlins de Miami.
Si de los Marlins se trata, han tenido un arranque tormentoso, entre el escándalo político de Ozzie Guillén y los bates dormidos de muchos de sus artilleros.
Pero el venezolano Omar Infante es la excepción. Esta semana, el segunda base de Miami se fue de 20-8 (.400), anotó cinco carreras e impulsó cuatro.
Infante pegó un par de dobletes e igual cantidad de bambinazos, para un slugging de .750.
Otros venezolanos sobresalientes en la semana fueron los cátchers Ramón Hernandez, de los Rockies de Colorado, y Miguel Montero, de los Diamondbacks de Arizona.
Hernández, recién llegado a Colorado tras pasar sus tres años precedentes en Cincinnati, disparó seis hits en 18 turnos (.333), con tres anotadas y seis empujes, dos dobletes, un par de jonrones y slugging de .778.
Por su parte, Montero fue sumamente productivo con su bate, a pesar de haber sólo ligado de 23-5 (.217).
Pero se las agenció para anotar seis carreras e impulsar la misma cantidad, en tanto como extrabases sumaba un par de bambinazos.
Y desde la lomita de los suplicios, el cubano Aroldis Chapman sigue lanzando fuego.
Quienes defienden el papel de Chapman como relevista tienen material de sobra para sus argumentos: en dos salidas desde el bullpen trabajó cinco entradas en blanco, con envíos superiores a las 100 millas por hora que le permitieron ponchar a nueve bateadores, con apenas dos hits permitidos, efectividad de 0.00 y con dos victorias sin derrota en la semana.
Frío, frío
Considerado en su momento uno de los más prometedores jugadores jóvenes de todo el béisbol, el dominicano Pedro Alvarez, de los Piratas de Pittsburgh, se ha quedado hasta ahora en eso: en una promesa.
Esta semana estuvo prácticamente nulo con el bate, al conectar un hit en 13 turnos (.077), con nueve abanicados.
Su compañero de equipo, el venezolano José Tábata, también anduvo dormido en el plato, al ligar de 16-2 (.125), con cinco ponches.
Otro que no está viendo bien la pelota en estos inicios es el puertorriqueño Geovany Soto, de los Cachorros, quien esta semana se fue de 18-2 (.111), con siete estrucados.
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