MLB..GOODYEAR, Arizona - El dominicano Carlos Santana recuerda cuando entró a la oficina del mánager aquel día del 2007 sin saber por qué lo habían llamado. Travis Barbary, el coordinador de la receptoría de los Dodgers, era una las personas que lo estaban esperando.
A Santana, un antesalista en el sistema de Los Angeles en aquel entonces, le pidieron que se convirtiera en cátcher, ya que así tendría una mejor oportunidad de ascender dentro de la organización.
"Les dije que no y me fui", recuerda Santana.
Pero ahora Santana está a punto de comenzar su segunda temporada completa como receptor titular de Cleveland y se le considera uno de los cátchers jóvenes de más promesa en el béisbol.
Lo que comenzó como la transformación de un prospecto hace cinco años ahora es cuestión de pulir a un jugador de un gran porvenir. Para guiar a Santana en ese proceso está el coach de la banca de los Indios, el boricua Sandy Alomar, Jr., un ex receptor de Grandes Ligas.
"No vas a encontrar a alguien mejor para que te enseñe", dijo sobre Alomar el mánager de Cleveland, el dominicano Manny Acta. "Ha sido muy importante para Carlos".
Alomar es un veterano de 20 campañas en la Gran Carpa, 11 de ellas con los Indios. En ese tramo, fue seleccionado para el Juego de Estrella seis veces y ganó un Guante de Oro como receptor en la Gran Carpa. Hoy en día, cuando no está ayudando a Acta con el manejo diario del club, el puertorriqueño trabaja con Santana.
Los Indios adquirieron a Santana el 26 de julio del 2008 en el canje con los Dodgers que envió al infielder Casey Blake a Los Angeles. Dos temporadas después, Alomar regresó a Cleveland cuando Acta fue contratado como capataz. Desde entonces, Alomar ha sido un mentor para Santana, quien llegó a la Tribu como una obra en progreso.
Alomar le da mérito al mánager de Doble-A de los Indios, Chris Tremie, y a otros coaches en el sistema de ligas menores del club por darle una base sólida a Santana.
"Lo llevaron a un nivel aceptable como receptor", dijo Alomar.
La tarea de Alomar ha sido ayudar a Santana a hacer pequeños ajustes con el fin de que se destaque como receptor de Grandes Ligas. No hay duda de que Santana, de 25 años de edad, puede producir con el madero. El año pasado conectó 27 jonrones, negoció 97 boletos y tuvo porcentaje de embasarse de .351 a pesar de que su promedio fue de apenas .239.
Pero para que Santana se convierta en un receptor de lujo en Cleveland, debe perfeccionar su mecánica.
Alomar dice que Santana ha progresado mucho con respecto a su postura detrás del plato y a la hora de bloquear la bola, pero que su enfoque ha estado en reducir el tiempo que le toma tirar a la segunda base. Santana ha trabajado duro para eliminar los movimientos innecesarios cuando tira y ha mejorado su tiempo a menos de dos segundos, considerado el promedio.
Alomar agregó que sus conversaciones con Santana suelen ser acerca del aspecto mental del deporte.
Santana, quien llega al 2012 como el cuarto bate de Cleveland por segunda temporada consecutiva, es una pieza clave de la ofensiva de los Indios. Aun así, Alomar dice que el joven receptor tiene que concentrarse en pedir el juego, aun en los días en que no le va bien al bate.
"Tienes que hacer que el pitcher confíe en ti y en que estás en el juego con él, aun cuando no estás produciendo ofensivamente", dijo Alomar.
Santana agradece todos los consejos que Alomar le brinda.
"Tenemos una gran relación", dijo el quisqueyano. "Siempre hablo con él durante el juego o le pregunto acerca de ciertas situaciones. Si no él me busca. Me siento cómodo con él porque me ha ayudado mucho".
Tanto Acta y Alomar dicen que Santana ha progresado más que nunca detrás del plato en estos entrenamientos, ahora que han pasado dos años desde que sostuvo una lesión seria en la rodilla derecha. Santana ha estado en salud en la pretemporada, lo cual le ha permitido prepararse normalmente para el Día Inaugural.
"Puede llegar a ser muy bueno", dijo Alomar. "No voy a hacer predicciones ahora, porque está en pleno desarrollo. Necesita sentirse orgulloso de estar detrás del plato. Pero una vez que le dé vuelta a la hoja y entienda que puede separar la defensa y la ofensiva, puede ser muy bueno".
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