ESPN..VG..Si algún fan del básquetbol realmente está siguiendo de cerca las negociaciones colectivas de la NBA, el martes habría sido el día del latigazo.
Por
fin se habló directamente sobre un movimiento serio en las ofertas.
David Stern anunció con confianza que sus propietarios podrían haber
sido convencidos de ofrecerles a los jugadores el 50 por ciento de los
ingresos del básquetbol -- desde hace tiempo que éste se consideraba el
número mágico. Stern también reveló previamente que los dueños habían
abandonado la lucha por la reversión de los contratos vigentes,
contratos que sólo están parcialmente garantizados y, sobre todo, por un
tope rígido.
En
otras palabras, los propietarios estuvieron en el reino de la realidad
en términos de dinero e hicieron concesiones importantes en las
cuestiones de "sangre" de los jugadores.
Y
sin embargo... ese mismo día, las conversaciones se cayeron por
completo. El director ejecutivo de la unión, Billy Hunter, dice que
podrían pasar meses antes de que las partes se reúnan nuevamente, y la
liga dice que está a menos de una semana de anunciar la cancelación de
las dos primeras semanas de la temporada regular.
¿Qué deben pensar los fans? Hay tres posibilidades para lo que podría suceder a continuación:
Alternativa 1: Piedra en el camino
Stern
dice que la discusión de dividir en partes iguales los ingresos
relacionados con el básquetbol se llevó a cabo de manera informal, con
personal clave de ambas partes intentando regresar a sus respectivos
grupos para tratar de venderles la propuesta. Stern dice que mientras él
estaba convenciendo a los dueños, alguien tocó la puerta. Eran los
jugadores, diciendo que su grupo no aceptaría un acuerdo de 50/50.
Al contar la historia, Stern y su adjunto, Adam Silver, expresaban todo tipo de sorpresa y decepción por la noticia.
Mientras
tanto, una fuente sindical discute algunos de los puntos finos,
diciendo que, en primer lugar, es una grave violación a la etiqueta de
los negocios exponer públicamente el contenido de conversaciones
privadas. La fuente también dice (y la liga niega) que la liga no
ofreció la mitad exactamente. En cambio, según la fuente, se ofreció
garantizarles a los jugadores el 49 por ciento de los ingresos, dándoles
el derecho a ganar hasta un 51 por ciento de los ingresos del
básquetbol si los jugadores podían conseguir contratos de dicho valor.
La
fuente del sindicato también sostiene que los jugadores no rechazaron
de plano la oferta de la NBA, como se describe, sino que respondieron
con otra modificación para reducir la cantidad mínima que se les
garantizaría a los jugadores de su postura anterior del 53 por ciento.
(A cuánto, la fuente no quiso decir.)
Sin
embargo, por más disgustadas que estén las fuentes sindicales con el
manejo de las relaciones públicas por parte de la NBA, lo cierto es que
las partes no están muy lejos después de todo. De hecho, están mucho más
cerca que nunca.
Y aquí hay otra faceta: Dos fuentes en la sala coinciden en que los jugadores presentes el martes (la lista incluye a Kobe Bryant, Kevin Garnett, Paul Pierce, Theo Ratliff, Maurice Evans, Matt Bonner, Roger Mason Jr., etc) fueron particularmente estridentes, más estridentes que el jugador promedio.
Garnett, en particular, ha sido mencionado como uno de los más intransigentes.
Y estos son los jugadores que no aceptaron la oferta de la NBA.
En
otras palabras, tal vez si la base del sindicato de jugadores pudiera
entender completamente la mejor oferta de la NBA, el estado de ánimo
cambiaría.
La
NBA dice que necesita un acuerdo de palabra antes del lunes o cancelará
las dos primeras semanas de la temporada. A pesar de toda la retórica,
tal vez eso aún sea posible. Las partes estaban a años luz de distancia
el martes por la mañana. Ahora están a un par de puntos porcentuales.
Hay un acuerdo al alcance, si es que hay voluntad para alcanzarlo.
Alternativa 2: Ahora no es el momento
En
general, la suposición era que el paso del tiempo perjudica a los
jugadores, quienes pierden todos sus ingresos de la NBA en un cierre
patronal. Los propietarios, por otro lado, por lo general tienen un
ingreso masivo de otras fuentes y en la mayoría de los casos de todos
modos estaban perdiendo dinero al operar con sus equipos.
Billy
Hunter dice que sabe que algunos de los propietarios siempre han tenido
la idea de que hay que esperar que los jugadores estén desesperados por
la falta de ingresos antes de forzarlos a aceptar acuerdos duros.
Si
sentir el dolor de la pérdida de ingresos, algo que se aplica a todos
los jugadores y algunos propietarios, es la clave para conseguir la
mejor oferta de cada lado, tal vez esto podría ser una repetición de
1999, cuando ambas partes experimentaron la vida sin básquetbol durante
algunos meses antes de que las negociaciones cobraran la seriedad
suficiente como para terminar con un apretón de manos.
Alternativa 3: La caja de Pandora
No
está en el carácter estoico de Stern manifestar preocupación o duda,
pero desde hace tiempo se viene mostrando preocupado de que si los
jugadores y los propietarios no llegan a un acuerdo para salvar la
temporada completa, las cosas podrían ponerse realmente muy feas.
En
la medida que explicó ese comentario, se ha referido a las posturas de
ambas partes como "endurecidas", algo que Hunter también ha comentado.
Pero
es más que un endurecimiento. También está la cuestión de los
tribunales. Estos dos combatientes tienen una demanda activa en el
Distrito Sur de Nueva York con una audiencia fijada para el 2 de
noviembre. Tienen quejas ante la National Labor Relations Board.
Y
tienen una banda de agentes haciendo campaña a favor de la
descertificación, lo que no sólo amenaza con hacer las conversaciones
con la liga increíblemente complicadas y legalistas, sino con
desestabilizar la unión por completo.
Cualquiera de estas acciones legales podrían producir demoras, molestias e indignación.
En
particular, si el sindicato fuera a retirar la certificación, algo a lo
que Hunter nunca se ha mostrado entusiasta, probablemente sería contra
la voluntad de la unión, lo que significa que los jugadores terminarían
siendo representados por un abogado a ser nombrado más adelante. Según
las fuentes, probablemente sería alguien que no ha sido parte del
proceso en absoluto. Este abogado seguramente sería elegido por los
agentes revolucionarios, y quién sabe si esa persona tendría la
confianza de los jugadores.
En otras palabras, podría haber una gran maraña de jueces, gastos legales y agitación.
Es
muy posible que una negociación que se encuentra en pausa por unos $100
millones en ingresos se desintegre para convertirse en unos $100
millones en costas legales.
Y una vez que llegue ahí, quién sabe dónde terminará.
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