FUENTE EXTERNA..VG..Francia
jugará la primera final del Eurobasket de su historia tras superar a
Rusia en un ejercicio de consistencia. Los galos ganaron por talento y
constancia y disfrutarán de los Juegos Olímpicos, única competición en
la que pudo disputar la final (1948 y 2000, en ambos casos subcampeón).
Francia fue superior con ese suave rodillo que viene demostrando todo el campeonato: sin hacer mucho ruido ni ser demasiado contundente, golpeando con continuidad y múltiples recursos. Si al principio del partido el protagonista era el gran Tony Parker, luego aparecieron De Colo, Traoré o Batum para darle siempre el control del choque.
Rusia, en cambio, fue más Rusia que nunca: tremendamente irregular, encadenando minutos de alto nivel y llegando a adelantarse en varias ocasiones pero pagando sus múltiples apagones y la carencia de banquillo y argumentos; solo Kirilenko y Mozgov respondieron con suficiente acierto al vendaval galo.
La igualdad fue la tónica de un primer cuarto irrelevante en el resultado (17-16) pero que permitió ver las primeras genialidades de Tony Parker y Andrei Kirilenko. Con su noveno punto, sobre la bocina del periodo, TP culminaba un arranque demoledor.
Los galos tomaron algo de aire en el inicio del segundo periodo (24-20), encontrando alternativas a Parker, que tardó nueve minutos en volver a anotar. Lo hizo con un triple a 39 segundos del descanso y que ponía un prometedor 39-31 en el electrónico. Era la máxima ventaja hasta ese momento, cimentada previamente con una buena serie de Nando De Colo con cinco puntos consecutivos.
Un
triple de Fridzon puso la primera tirita al borde del descanso (39-34)
y en la reanudación, Rusia enmendó la herencia negativa de la primera
mitad con un parcial 0-5 para igualar a 39 con un poderosísimo mate de
Mozgov, rey de la zona. Pero las buenas noticias se acabaron rápido
para Rusia con la tercera falta de Andrei Kirilenko y dos triples de
Nico Batum, atento para aprovecharlo (49-45). Los puntos de Noah y
Traoré continuaron abriendo hueco: 55-47 para Francia al final del
tercer periodo.
El octavo punto de Traoré en apenas cuatro puntos abría el último periodo y daba una nueva máxima a los de Collet: 61-49. Rusia era un enorme agujero negro en ataque y solo Mozgov había logrado anotar en más de seis minutos. Con -12, era necesario buscar alternativas y Blatt apeló a Kirilenko, que revivió a los suyos con un 2+1... continuado por un triple de Monya en un contraataque perfecto. A seis, 61-55.
El octavo punto de Traoré en apenas cuatro puntos abría el último periodo y daba una nueva máxima a los de Collet: 61-49. Rusia era un enorme agujero negro en ataque y solo Mozgov había logrado anotar en más de seis minutos. Con -12, era necesario buscar alternativas y Blatt apeló a Kirilenko, que revivió a los suyos con un 2+1... continuado por un triple de Monya en un contraataque perfecto. A seis, 61-55.
Pero
Francia no estaba dispuesta a renunciar a un billete histórico y un
triple de Batum sacó al equipo del atolladero... antes de que Tony
Parker acercara la final con un triple a cinco minutos de la conclusión y
que ponía de nuevo un +10: 69-59.
Rusia quedaba a expensas del milagro y Kirilenko lo intentaba con otro triple (69-64 a 3:30). Pero con Parker y Batum al otor lado, no había opción alguna: 75-66, tranquilidad gala y billete a la final.
Rusia quedaba a expensas del milagro y Kirilenko lo intentaba con otro triple (69-64 a 3:30). Pero con Parker y Batum al otor lado, no había opción alguna: 75-66, tranquilidad gala y billete a la final.
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