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Santo Domingo.- Miguel Tejada, uno de los generales cinco estrellas de las Águilas, dio una clarinada ayer para que los jugadores que aún están en sus casas se integren al equipo, que hoy los necesita más que nunca.
El estelar torpedero dijo que el primer paso en ese sentido lo acaban de dar Tony Peña, Miguel Diloné y Denio González, tres símbolos aguiluchos que han decidido ponerse el uniforme en un momento en que el conjunto cibaeño tiene foja de 16-19 y lucha afanosamente por lograr, en primera instancia, entrar al round robin.
“Todo el que se sienta aguilucho debe dejar atrás el descanso y presentarse a jugar por el bien de las Águilas y de su fanaticada”, sentenció.
“Ese equipo, que en el pasado nos dio la oportunidad para desarrollarnos, hoy necesita de todos y no podemos darle la espalda”.
El veterano jugador se volcó en elogios también para Anderson Hernández, Emilio Bonifacio, Ronnie Belliard y Erick Aybar, que cada año juegan de manera entusiasta con el Licey.
“La Guagua” dijo que no se ha reportado al club por su condición de agente libre, pero que tan pronto firme estará jugando aquí de la manera que siempre lo ha hecho.
“Me duele lo que está pasando con el equipo, pero tan pronto firme pediré un permisito para que me dejen jugar en Dominicana”, manifestó Tejada a través de hilo telefónico desde su residencia en Miami, donde se ha mantenido entrenando.
Argumentó que ya no es un muchacho de 20 años y que por ello no puede arriesgarse a jugar sin haber firmado contrato en las mayores, tal y como solía hacerlo en el pasado.
Elogió la actitud de Tony Peña de asumir las riendas del equipo luego de haber tenido una agotadora campaña como coach de banca con los campeones mundiales Yankees de Nueva York.
“Miren el esfuerzo que está haciendo Diloné. La presencia de ellos debe motivar a los jugadores que están en sus casas para que vengan en auxilio de las Águilas”, enfatizó el caballeroso infielder, quien acaba de concluir el contrato de seis años y 70 millones de dólares que firmó en el 2003 con los Orioles de Baltimore, organización que lo transfirió a Houston en el 2008 por cinco novatos.
El combinado mamey ocupa la quinta posición del torneo, un juego por debajo de los Gigantes del Cibao (17-18).
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