sábado, 27 de diciembre de 2008

Refuerzos en San Francisco

ELCARIBECDN.COM
FELLITO ORTIZ
La seguridad fue incrementada ayer en el Julián Javier para el partido entre Tigres y Gigantes, que el 29 de noviembre protagonizaron un feo incidente
San Francisco. De los errores se aprende, según el refranero popular, y eso se aplicó ayer con la seguridad del Julián Javier, reforzada en un alto porcentaje para evitar una repetición de los incidentes del 29 de noviembre.
La gerencia del equipo dueño de la casa se ha cuidado de que los hechos ocurridos en esa ocasión en el partido entre Tigres y Gigantes, donde no se pudo controlar a una parte de la fanaticada que lanzó objetos al terreno mientras jugadores del Licey respondían tirando hasta pelotas hacia las gradas, encontrase otro espacio para duplicarse.
Desde anoche se reforzó la seguridad y se colocó de manera estratégica para el desarrollo del encuentro.
“Hemos reforzado la seguridad. Anteriormente contábamos con 30 personas y ahora tenemos 45 auxiliares dentro del estadio. Muy pocos estadios tienen esa cantidad distribuida”, expresó el presidente de los Gigantes del Cibao, Laurentino Genao.
“Lamentablemente, lo que sucedió, sucedió. Eso quedó en el pasado y los integrantes de los Tigres se sienten bien cuando vienen a este estadio con la seguridad que siempre se le ha brindado”, agregó el ejecutivo.
Genao destacó que lo ocurrido el pasado 29 de noviembre “fue un error de todo el mundo y dejó una enseñanza, ya que el propio fanático, ahora, se muestra más cooperador”.
“Ahora tenemos la ayuda de todo el mundo, porque los fanáticos entendieron que fue un error de todos y ya todo está arreglado gracias a Dios”, explicó el principal ejecutivo del club.
Ciertamente, el orden establecido por la seguridad fue notorio desde bien temprano, mucho antes de que llegara público a la instalación.

Cada área estuvo protegida por militares y personal de seguridad civil, en una franca señal de que se trazó un plan de trabajo para el partido, celebrado bajo una tremenda asistencia.
Los chequeos en las entradas fueron rigurosos y los asistentes se mostraron cooperadores y al parecer conscientes de la importancia de mantener un orden beneficioso para ellos y el propio espectáculo.
El administrador del estadio Julián Javier, Santiago Castillo, en cambio descartó las posibilidades de que vuelva a repetirse un hecho similar al del pasado noviembre dado el reforzamiento de la seguridad.
“Hemos tomado algunas medidas adicionales, sobre todo en los puntos claves.

Hemos implementado más seguridad y eso es notorio, pero en cuanto a la estrategia de colocación sigue siendo prácticamente la misma”, expresó el dirigente del personal administrativo.
Castillo informó que para cada juego tienen colocado un personal de seguridad civil que oscila entre los 55 y 70 hombres debidamente identificados y los hombres de uniformes entre guardias y policías se cuenta con 40 efectivos.
“Estamos en capacidad de garantizar un desarrollo sin problemas de cualquier partido y eso quedó demostrado en la última visita de los Tigres a nuestro estadio luego del incidente que ya quedó en el pasado para bien de todos”, expresó Castillo.
Ayer se celebró el primer juego del “Todos Contra Todos” y los Gigantes recibieron la visita de los Tigres en una noche que contó con la presencia de más de cinco mil fanáticos.
Era vital enviar el mensaje de que no hay espacio para los desagradables en la pelota local. El Julián Javier debe mantenerse como anoche: en orden y paz durante un buen partido con dos grandes equipos.

Los Tigres del Licey dan visto bueno a medidas

Los ejecutivos y jugadores de los Tigres del Licey mostraron su complacencia con el operativo de seguridad puesto en funcionamiento anoche en el estadio Julián Javier.
“Los Gigantes han implementado su seguridad y el jefe de la policía está enviando más en cada juego. La otra vez vinimos y no hubo ningún problema, esperamos que pase lo mismo y que no haya ningún problema.

Los problemas de peloteros pasen entre peloteros y lo ideal es que no pasen de ahí, que se queden entre ellos”, expresó Francisco Busto, asistente del gerente general del Licey.
De su lado, el capitán de la tropa azul, Ronnie Belliard, dijo sentirse tranquilo en las visitas de su equipo a la también llamada ciudad del Jaya.
“Me siento bien. No hay ningún temor de visitar a esta ciudad, la mayoría de mi familia tanto de parte de mi mamá como de mi papá son del Cibao. Creo que el incidente está en el pasado, los incidentes pasan entre peloteros. El fanático no debe involucrarse en pleito de peloteros”, expuso Belliard en tono relajado.
“Es como los pleitos de marido y mujer, peleamos hoy y mañana nos vemos en la calle y somos amigos, así que esas son cosas que pasan en el terreno de juego”, reclamó el conocido jugador.

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