LISTINDIARIO.COMPEDRO BRICEÑO
SANTO DOMINGO.- Lucía Inés Mejía, la madre de Anderson Hernández ni siquiera había nacido cuando Jesús Alou estableció su marca de dobles en la pelota dominicana. Víctor Díaz padre era apenas un niño el año en que Dick Stuart impuso el récord de jonrones, el más popular en el béisbol invernal. Hoy, sus vástagos son los nuevos monarcas de esos dos meritorios renglones.
Un tercer hombre récord esta campaña, Luis Polonia odiaba a Miguel Diloné en su niñez, pues creció siendo un seguidor fiebrú del Licey. Aunque, ya siendo aguilucho se educó con parte de la experiencia que la zaeta Cibaeña dejó establecido en su paso por el béisbol invernal.
En una campaña, ranqueada desde ya como la de mayor ofensiva, que ha proporcionado la caída de una mayor cantidad de récord han logrado colocar sus nombres en los libros, apoderándose de marcas con más de medio siglo de existencia, 45 años otro y cerca de 20 el otro.
“Representa un gran honor para mi lograr una marca que tenía tanto tiempo vigente, es algo que me enorgullece “, expresó Hernández, cuyos 19 batazos de dobles mérito dejaron atrás el récord que primero estableció Alou en 1963-64 a quien luego se le igualaron Cecil Cooper en 1973-74, así como Mike Brewer y Tim Tolman en 1985-86.
Los 19 dobletes conectados en 191 turnos superan ampliamente los trece que había disparado en 407 visitas.
Con 72 imparables, sus 19 dobles y seis triples, el intermedista azul busca unirse a Felipe Alou como los únicos peloteros en liderar el circuito en estos tres renglones. El mayor de la trilogía lo registró en la estación de 1958-59 cuando encabezó la liga en la mayoría de los renglones ofensivos.
Tras una campaña del 2007-08 para olvidar, donde apenas promedio .170, Hernández se reivindica y coloca unas estadísticas , más que sensacionales, que tienen a las puertas de alcanzar una oportunidad más de convertirse en un jugador titular en las Grandes Ligas.
“He trabajo mucho para mejorar mi bateo, gracias a Dios lo he conseguido”, expresa Hernández, quien busca convertirse en el primer pelotero en disparar al menos 80 imparables en el béisbol invernal desde que Rufino Linares produjo 83 con los Caimanes en 1983-84.
Pero, mientras Hernández disfruta a plenitud su marca de dobletes, Víctor Díaz, quien hace unos días destronó de los anales un récord que tenía más de 50 años de existencia, también busca desplazarlo este mismo año, pues cuenta con 17.
“Si te descuida, te lo arrebato y también me quedo con el de dobles”, le vociferó Díaz a Hernández mientras conversaban alrededor de la caja de bateo, luego de posar para Listín Diario, junto a Polonia, el trío de protagonistas de los récords sagrados que este año tienen nuevos propietarios.
“Estoy cerca de ti y tiene que apurar el paso porque puedo despedirme este año también con la marca de dobles en mi poder”, expresó Díaz, quien produjo su número 17 en su primer turno anoche.
Precisamente con ese batazo frente a Daniel Cabrera empujó su carrera 45 del torneo con la cual empata otra marca de larga vida, esta vez para un pelotero nativo, que es de 45 y está en poder de César Cedeño, quien lo realizó en la estación de 1970-71.
Sobre la marca de jonrones, señala que aún está recibiendo felicitaciones por haberse convertido en el nuevo rey de la misma. “Sabía de lo grande de la misma, pero debo admitir que ha superado mis expectativas”, señala el cuarto bate aguilucho, quien también tiene en sus bolsillos la proeza de más batazos de extrabases 33.
Mientras que Polonia inició la jornada de anoche quedándole un imparable para arribar a los 900, con la cual elevará la foja de la cual se apoderó este año, dejando atrás la hegemonía que mantenía Diloné.
“Estoy callando a muchos críticos que desde hace varios años me han retirado, a ellos les digo que todavía queda Polonia para ratos”, dijo el veterano, quien cuenta con 44 años.
No conforme con establecer la marca de imparables, arribar a los 900, Polonia, aún con fuerza y deseo de continuar jugando expresó que le gustaría alcanzar los mil, algo para lo cual ya se está preparando.
De una temporada de tanto arrastre ofensivo, Polonia, Hernández y Díaz ya tienen sus nombres escritos con letras doradas, apoderándose de marcas tan antiguas como la de hits, dobles y jonrones.
Un tercer hombre récord esta campaña, Luis Polonia odiaba a Miguel Diloné en su niñez, pues creció siendo un seguidor fiebrú del Licey. Aunque, ya siendo aguilucho se educó con parte de la experiencia que la zaeta Cibaeña dejó establecido en su paso por el béisbol invernal.
En una campaña, ranqueada desde ya como la de mayor ofensiva, que ha proporcionado la caída de una mayor cantidad de récord han logrado colocar sus nombres en los libros, apoderándose de marcas con más de medio siglo de existencia, 45 años otro y cerca de 20 el otro.
“Representa un gran honor para mi lograr una marca que tenía tanto tiempo vigente, es algo que me enorgullece “, expresó Hernández, cuyos 19 batazos de dobles mérito dejaron atrás el récord que primero estableció Alou en 1963-64 a quien luego se le igualaron Cecil Cooper en 1973-74, así como Mike Brewer y Tim Tolman en 1985-86.
Los 19 dobletes conectados en 191 turnos superan ampliamente los trece que había disparado en 407 visitas.
Con 72 imparables, sus 19 dobles y seis triples, el intermedista azul busca unirse a Felipe Alou como los únicos peloteros en liderar el circuito en estos tres renglones. El mayor de la trilogía lo registró en la estación de 1958-59 cuando encabezó la liga en la mayoría de los renglones ofensivos.
Tras una campaña del 2007-08 para olvidar, donde apenas promedio .170, Hernández se reivindica y coloca unas estadísticas , más que sensacionales, que tienen a las puertas de alcanzar una oportunidad más de convertirse en un jugador titular en las Grandes Ligas.
“He trabajo mucho para mejorar mi bateo, gracias a Dios lo he conseguido”, expresa Hernández, quien busca convertirse en el primer pelotero en disparar al menos 80 imparables en el béisbol invernal desde que Rufino Linares produjo 83 con los Caimanes en 1983-84.
Pero, mientras Hernández disfruta a plenitud su marca de dobletes, Víctor Díaz, quien hace unos días destronó de los anales un récord que tenía más de 50 años de existencia, también busca desplazarlo este mismo año, pues cuenta con 17.
“Si te descuida, te lo arrebato y también me quedo con el de dobles”, le vociferó Díaz a Hernández mientras conversaban alrededor de la caja de bateo, luego de posar para Listín Diario, junto a Polonia, el trío de protagonistas de los récords sagrados que este año tienen nuevos propietarios.
“Estoy cerca de ti y tiene que apurar el paso porque puedo despedirme este año también con la marca de dobles en mi poder”, expresó Díaz, quien produjo su número 17 en su primer turno anoche.
Precisamente con ese batazo frente a Daniel Cabrera empujó su carrera 45 del torneo con la cual empata otra marca de larga vida, esta vez para un pelotero nativo, que es de 45 y está en poder de César Cedeño, quien lo realizó en la estación de 1970-71.
Sobre la marca de jonrones, señala que aún está recibiendo felicitaciones por haberse convertido en el nuevo rey de la misma. “Sabía de lo grande de la misma, pero debo admitir que ha superado mis expectativas”, señala el cuarto bate aguilucho, quien también tiene en sus bolsillos la proeza de más batazos de extrabases 33.
Mientras que Polonia inició la jornada de anoche quedándole un imparable para arribar a los 900, con la cual elevará la foja de la cual se apoderó este año, dejando atrás la hegemonía que mantenía Diloné.
“Estoy callando a muchos críticos que desde hace varios años me han retirado, a ellos les digo que todavía queda Polonia para ratos”, dijo el veterano, quien cuenta con 44 años.
No conforme con establecer la marca de imparables, arribar a los 900, Polonia, aún con fuerza y deseo de continuar jugando expresó que le gustaría alcanzar los mil, algo para lo cual ya se está preparando.
De una temporada de tanto arrastre ofensivo, Polonia, Hernández y Díaz ya tienen sus nombres escritos con letras doradas, apoderándose de marcas tan antiguas como la de hits, dobles y jonrones.
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