Entre ovaciones y reflectores, así recibieron los fanáticos del Great American Ball Park al principal prospecto de los Rojos de Cincinnati, Elly De La Cruz, en su esperado debut en el Big Show.
De La Cruz se acercó lentamente al cajón de los bateadores para ver cumplido su sueño de llegar a las Grandes Ligas y lo hizo como cuarto en el orden al bate y defendiendo la tercera almohadilla.
El excitante jugador, no solo se convirtió en el primer jugador de los Rojos que batea de cuarto en su primer partido en la Grandes Ligas desde Frankie Kelleher en 1942, sino que también a los 21 años y 146 días de nacido, es el beisbolista más joven en las Mayores que debuta en dicho turno del orden abridor desde que el mexicano Andrés Mora (20 años, 324 días) lo hiciera para los Orioles el 13 de abril de 1976.
Desde el 26 de mayo de 1970, cuando el venezolano Oswaldo Blanco fue primera base y cuarto bate en su primer partido con los Medias Blancas, sólo había ocurrido en 20 ocasiones antes de la llegada del dominicano.
Además de Mora y Blanco, apenas dos latinoamericanos más habían recibido tal voto de confianza tan pronto pusieron un pie en las Grandes Ligas. Se trata de los cubanos Bárbaro Cañizares para los Bravos el 11 de junio del 2009 y José Abreu para los Medias Blancas el 31 de marzo del 2014, aunque a diferencia de De la Cruz, Cañizares era un veterano de 29 años y Abreu tenía 27 años.
En conteo de tres bolas y dos strikes y corredores en las esquinas, el joven jugador negoció una transferencia luego de colocarse debajo en el enfrentamiento.
Posteriormente, conectó una bola rápida de 93 millas por hora del abridor de los Dodgers de Los Ángeles, Tony Gonsolin, para conseguir el primer indiscutible de su carrera a la altura del tercer episodio del partido y con las bases limpias, luego de caer 0-2 en el conteo.
El dominicano terminó el encuentro bateando de 3-1 con una anotada y dos boletos, en una victoria 9-8 de los Rojos sobre los Dodgers
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