Todos ustedes han leído la lucha que se ha tenido denunciando unas actividades ilegales, que han llevado a cabo, el grupo de dirigentes que actualmente mantienen secuestrado al club San Lázaro.
La juventud lazareña, cuyo presidente ha calado dentro de la estructura que controla el baloncesto del Distrito Nacional, sale a relucir en éstos momentos como con la utilización de prácticas fraudulentas, él y su grupo, hacen y deshacen todo lo que se antoja en la administración de dicho club.
Reciben una subvención de más de medio millón de pesos, como fomento a las asociaciones sin fines de Club.
Violan los artículos en cuanto a la transparencia, que regula dichas asociaciones.
El dinero que sés otorga, no lo emplean en el fomento y desarrollo del baloncesto, ni a contribuir con las mejoras en la comunidad.
No se conocen informes de cómo se gasta el dinero en el torneo de baloncesto superior del distrito nacional. Tampoco se conoce como se gasta el dinero en el baloncesto femenino, de reciente puesta en marcha.
Ya los niños y los jóvenes, no tienen el tiempo suficiente para su desarrollo deportivo, ya que, la cancha está alquilada a Ligas para adultos, que nunca se sabe, como gastan dicho recurso.
Por eso y otras cosas más, para mucha gente resulta atractivo, controlar un club.
Da muchos beneficios, libres de impuestos.
Todos han leído, el tema de que grupo falsifican la firma de Fernando Osorio, vicepresidente de ese comité ejecutivo y que encontraba fuera de la ciudad.
Dicha falsificación se llevó a cabo para modificar los estatutos, introduciendo preceptos anti constitucionales y volando los artículos de la Ley 122-05.
Hicieron una elecciones a su medida, hasta con impedimento de acceso a la asamblea, con un contingente policial, apostado en la cancha.
Ganaron, como era de esperarse de forma fraudulenta e ilegal. Amparándome, en unos documentos que no tienen validez.
En estos días, salió la convocatoria para la realización de una asamblea, para 31 del presente mes.
Siguiendo fiel a su estilo, con documentos ilegales.
Pero recibimos en el día de hoy, una certificación de la Procuraduría General de la República, en donde nos dice: Que en el expediente perteneciente al club San Lázaro, sólo figura, una acta de asamblea de fecha de 2014. Único expediente reconocido por dicho organismo.
Ahora, sólo falta llevar esa documentación ante un Juez, para que obre en Justicia.
¡Qué bien me siento!
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