A Kimmich se le iba cayendo el escudo de campeón del mundo. No lo tenía bien cosido a la camiseta o era una metáfora de lo que estaba ocurriendo en el Luzhniki, que fue la mismísima plaza del Zócalo por la irrupción atronadora de México en el Mundial. El equipo de Osorio, letal en el primer tiempo y sufrido en el segundo, montó una fiesta con mariachis y todo para celebrar su histórico triunfo ante Alemania (0-1), a la que nunca había ganado. Los germanos, que siguen en crisis, pagaron su fragilidad en el primer periodo, abrumados por la velocidad mexicana. Cuando recuperaron la pelota en el segundo tiempo, cuando buscaron la portería con su genética insistencia, a no tuvieron puntería ni demasiadas ideas. Y se la pegaron. La Tricolor había sacado los colores al campeón del mundo en el primer tiempo. Un planteamiento perfecto, un fútbol trepidante con transiciones magníficas, un ritmo de extraordinaria exigencia física. Todo eso puso México en su estreno para desdibujar a Alemania, que había llegado a Rusia desconcertada por los últimos resultados, movida en la foto precisamente por la polémica de una de sus estrellas Ozil y su instantánea con el presidente turco. 'Chuky' Lozano culminó una contra de libro de Chicharito y Guardado La fragilidad de Alemania sin la pelota fue notoria. Superado el centro del campo, la nada. México, veloz, la fue castigando con sus rápidos contragolpes en un partido de mucha pólvora en las áreas, sin demasiada elaboración en el centro del campo, donde fue emergiendo la figura de Héctor Herrera, fantástico. Tanto lo intentó México, tanto llegó a la portería de Neuer, que al final pescó. Fue otra contra muy bien llevada por Herrera. A diferencia de las anteriores, la ejecución fue perfecta desde el primer al último peso. Chicharito se la dio a Lozano, el delantero del PSV recortó a Ozil (así de descolocada estaba Alemania) y batió a Neuer. Mundial 2018 | Kroos tuvo el empate de Alemania en una genial falta al larguero Alemania se revolvió tras el golpe. Le puso orgullo más que fútbol, su empuje de toda la vida para llegar en una oleada que casi le da la igualada. Kroos pudo empatar en una falta que mandó al larguero. Fue una gota en un océano de impotencia para un equipo que naufragaba sin el buen uso de la pelota. Osorio sabía que había que taponar a Kroos para cegar a su rival. Vela se vació haciéndolo en el segundo tiempo en el que Alemania sacó su carácter en busca del empate y Mexico, más fatigada, pareció ciertamente atosigada. Fue casi un monólogo del campeón, insistente por una y otra banda, más punzante desde que Low metió a Reus por Khedira. Alemania insistió y México iba resistiendo mientras su rival asumía cada vez más riesgos sin que el combinado de Osorio lo aprovechara en varias salidas muy peligrosas de Layún. Pero el campeón no tuvo acierto. Lo intentó por tierra, mar y aire, con Neuer incluso tratando de rematar los córners. Pudo empatar Brandt, pero su misil lamió el palo. Aguantó México con un gran Ochoa. Alemania perdía por primera vez en un estreno mundialista desde 1982.
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