José Reyes no pretende esconderse en excusas para justificar una acción que le ha perjudicado en lo profesional, económico y personal. El dominicano dejará en el pasado el mal momento de su suspensión en las Mayores por violar la política de violencia doméstica, pero con la convicción de que debe aprender de su yerro para no repetirlo en lo adelante.
“Yo asumí mi error como un hombre”, dice Reyes en un tono que refleja mucha seriedad. “Los últimos meses han sido difíciles, pero repito, yo asumí mi error como un hombre, cumplí con todo lo que MLB me dijo. La terapia, mi sanción, ir a las menores, todo el proceso. Hice todo lo que MLB me pidió sin protestar”.
En el momento de la entrevista para elCaribe, José Bernabé estaba acompañado de su familia tras participar en un partido el domingo con la sucursal Clase A de los Mets de Nueva York, su organización original que le dio un pacto de liga menor y se espera que pronto regrese a las Mayores.
“Aquí estamos todos juntos, contentos por esta oportunidad que gracias a Dios recibo. Soy un ser humano igual que todos y cometo errores. Pero ahora me considero una mejor persona, un mejor padre, un mejor esposo. Nadie es perfecto y los errores siempre van a estar ahí, lo que hay que evitar es repetirlo”, dijo.
A finales de octubre pasado, Reyes fue arrestado por un incidente con su esposa mientras vacacionaban en Hawai. Se intentó que fuese a juicio en enero, pero la fiscalía en abril desestimó su caso debido a que la esposa del torpedero no cooperó con las autoridades.
El nativo de Villa González, Santiago de los Caballeros, tuvo una licencia con disfrute de sueldo desde el entrenamiento primaveral con los Rockies de Colorado mientras el comisionado Rob Manfred dilucidaba su caso.
A mediados de mayo fue sancionado por 52 juegos por las Grandes Ligas. Se perdió más de seis millones de salario. Colorado lo puso en asignación y luego lo dejó libre. Ahora está con los Mets.
Jugar en cualquier lado
Mucho se ha hablado de que los Mets necesitan que Reyes juegue en la tercera base así como también han aflorado las dudas sobre el posible desempeño del criollo en la exigente posición. Si alguien cree que Reyes está preocupado, se equivoca. Los Mets necesitan ayuda en la antesala tras la lesión de David Wright, quien no tiene fecha de regreso en la estación tras su cirugía en el cuello.
“No hay miedo. Uno es un guerrero y tiene que fajarse a aportar donde lo pongan”, responde el jovial jugador.
“Estoy de vuelta en mi casa. Los Mets son el equipo que me vio crecer desde que era un niño como quien dice y lo que estoy es deseoso de aportar en cualquier posición que esté. Lo importante es jugar. Ya estoy trabajando en eso (jugar tercera)”, añadió el veterano de 13 campañas.
Reyes debutó en 2003 con los Mets. A pesar de lo decidido que luce por aceptar las responsabilidades de la llamada esquina caliente, hay que señalar que nunca ha jugado en la tercera base en su paso por las Mayores.
El jugador de 33 años ha participado en 1,552 encuentros: 1,509 en las paradas cortas y 43 en la segunda base.
Reyes tiene promedio de .290, producto de 1,904 imparables en 6,568 turnos. Ha anotado 1,030 carreras, tiene 337 dobles, 117 triples y 118 jonrones. Se ha robado 479 bases.
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