ESPN...OAKLAND -- A sus 39 años, Bartolo Colon tiene varias decenas de libras de sobrepeso y un brazo reparado; pero de alguna manera, contra todas las probabilidades, sigue siendo parte de una rotación de Grandes Ligas este año.
Quizás sea algo destacable, pero no sorprendente para un hombre que toda su vida ha apostado fuerte contra las mayores probabilidades, y que ahora las tiene de frente nuevamente al sufrir una lesión en el oblícuo derecho tras lanzar dos entradas en su salida ante los Padres de San Diego el domingo pasado.
La lesión forzará a Colón, quien se perdió 28 días con los Indios de Cleveland en el 1999 por ese mismo tipo de lesión, a pasar un buen rato alejado del montículo antes de su próxima presentación. Pero antes de su más reciente contratiempo físico, en una tarde ventosa de junio en la bahía de Oakland-San Francisco, Colón se sentó a conversar con ESPNdeportesLosAngeles.com acerca de su milagroso regreso al béisbol, sus recurrentes problemas de sobrepeso y el futuro más allá de la actual temporada. "¿Les gusta jugar lotería? Pienso que deberían jugarla esta semana", dijo Colón. "El hecho de que me haya sentado a dar una entrevista de más de un minuto es señal de que su suerte está buena. Jueguen la loteria esta semana", agregó antes irse a aparar elevados en las prácticas de bateo, lo único que le apasiona más que comer y lanzar.
"Me siento bien gracias a Dios, me siento saludable. Siento que estoy lanzando bien porque me puedo mantener seis y siete entradas, que es lo más importante, al menos eso creo", dijo.
Colón, un ex ganador del premio Cy Young, tenía marca de 6-7 y efectividad de 4.22 en su primera temporada con los Atléticos de Oakland, el quinto equipo diferente para que juega en sus últimos cinco años en Grandes Ligas, cuando ocurrió la lesión. Ha lanzado seis o más entradas en nueve de sus 15 aperturas, aparece entre los lideres de salidas, entradas y menos pitcheos por entradas (14.4) de la Liga Americana -- todo eso, dos años después de ser usado como "rata de laboratorio" para un innovador procedimiento de células madres y tres años después de retirarse voluntariamente del béisbol.
Molestias en el hombro, según dijo, fueron la razón principal para su pobre desempeño con marca de 3-6 y efectividad de 4.19 en 12 juegos con los Medias Blancas de Chicago. Ese dolor jugó un rol importante en su partida del deporte tras haber sido dejado libre por Chicago a mediados de septiembre esa temporada; pero, de acuerdo con Colón, fue la muerte de un cuñado lo que realmente propició su impulsiva decisión.
"Perdí una persona muy importante, que fue el hermano de mi esposa... mataron a mi cuñado. Me salí por completo del béisbol, pero luego me hice la operación y regresé", dijo el jugador.
En marzo del 2010, el médico dominicano Leonel Liriano, con la supervisión del norteamericano Joseph Purita, sometió a Colón a un trasplante de células madre para reparar los tejidos dañados en su hombro derecho. En el proceso, realizado en Santiago, en el norte de República Dominicana, los doctores extrajeron médulas óseas y tejido adiposo de la pelvis de Colón, las procesaron en una centrífuga y los colocaron en sus tejidos del hombro y el codo.
El novedoso procedimiento, que posteriormente fue prohibido en República Dominicana, captó la atención de Grandes Ligas, no tanto por el desempeño de Colón cuando regresó con los Yankees el año pasado, sino porque Purita anteriormente había usado la hormona de crecimiento humano (HGH, por sus siglas en inglés) en casos anteriores. En el caso de Colón, Purita aseguró que no se usó HGH ni ninguna otra sustancia prohibida en el béisbol.
“"La operación ha sido un éxito, gracias a Dios", dijo Colón, quien tiene marca de 13-16 con 247 entradas en 43 partidos (40 aperturas) para Yankees y Atléticos desde que se sometió al procedimiento. "No he sentido molestias, a veces siento que el hombro y el codo me molestan un poquito, pero nada parecido a lo que sentía antes, esas molestias no las he vuelto a sentir", apuntó. "Nunca he tenido miedo para soltar el brazo, pero al principio no sabía como iba a reaccionar a la operación, pero he trabajado fuerte y eso es lo que me tiene aquí", dijo.
Para Bob Melvin, el manager de Atléticos de Oakland, el aspecto más impresionante de la temporada de Colón con los Atléticos -- al menos hasta el momento de su lesión -- es que éste ha vuelto a ser el mismo tipo de lanzador que fue antes en su carrera.
"Lo más que me impresiona es que todavía sigue siendo un lanzador de poder. Su velocidad ha estado entre las 93 y 95 millas. No sé si es un milagro pero ciertamente eso es impresionante", dijo Melvin.
En su penúltima salida, Colón trabajó ocho entradas en la victoria de Oakland 2-0 ante los Rangers de Texas, el equipo más ofensivo del béisbol este año.
Fue la primera blanqueada contra Texas desde septiembre del año pasado.
"El Colón de antes era más fuerte, el de ahora es más inteligente. Su recta siempre está en la zona de strike, pero con mucho movimiento", dijo el antesalista de los Rangers, Adrián Beltré, tratando de comparar las diferencias que muestra el pitcher antes y después de la operación.
Para los entrenadores de lanzadores Kurt Young, de Oakland, y Mike Butcher, de los Angelinos de Los Angelinos, el éxito del pitcher está amarrado a la intervención quirúrgica, pero en igual forma a su talento y capacidad.
"Simplemente pienso que él es tan natural en la función de ser un lanzador", dijo Young. "Tiene gran comando de sus lanzamientos y obviamente un gran sentido para lanzar strikes en cualquier momento", agregó.
Butcher, quien fue entrenador de Colón en el 2007, en la última temporada del pitcher con los Angelinos, dijo que el quisqueyano es un atleta subestimado.
"No estoy sorprendido por el éxito. Estoy seguro que puso mucho y arduo trabajo en su rehabilitación", dijo.
"La gente no se da cuenta el tremendo atleta que es. Lo conozco desde que llegó al béisbol con Cleveland en el 1996 y siempre ha sido un gran atleta, muy flexible", dijo Butcher. "Siempre ha sido un lanzador de tremendo control. Cuando está saludable puede ser uno de los lanzadores más dominantes del béisbol. Tiene un sentido natural para esa función", agregó.
Melvin, Young y Butcher coincidieron en señalar que si el procedimiento de células madres resulta positivo en otros lanzadores debería ser nombrado en honor de Bartolo Colón, tal como se hizo con Tommy Johnn a la cirugía de reconstrucción del codo.
"Él parece haber sido la rata de laboratorio", acotó Melvin.
El relevista dominicano de los Atléticos, Jordan Norberto, piensa que la ética de trabajo de Colón causó una tremenda impresión en el resto de los lanzadores del club.
"Es un tipo con una asombrosa disciplina de trabajo, que no falla una rutina. Desde los entrenamientos no lo he visto visitar el cuarto del trainer, eso es sorprendente para un veterano con tantos años lanzando y que se ha lastimado el brazo anteriormente", dijo Norberto.
Colón, quien tiene marca general de 167-120 y efectividad de 4.09 en 15 años en Grandes Ligas, piensa que puede seguir lanzando un par de años más, pero admite que para lograrlo tendrá que controlar su peso corporal, que hace tiempo está cobrando una alta factura a sus rodillas. El pitcher de 5-11 de estatura normalmente ronda entre 250 y 270 libras durante la temporada.
Colón ha batallado contra el fantasma del sobrepeso desde que fue firmado a los 19 años de edad por los Indios de Cleveland en Altamira, un pueblito de Puerto Plata, en la costa atlántica de República Dominicana. Los buscatalentos temían que pese a la gran fuerza de su brazo derecho, no tendría una carrera larga.
"Este año después de la temporada me iré al programa que tiene el doctor James Andrews en Pensacola, Florida, para trabajar fuerte en controlar mi peso. Actualmente tengo el mismo peso que tenía en los entrenamientos, pero siento que eso es lo que me está haciendo efecto en las rodillas, principalmente en la izquierda, es la que siempre me ha molestado", dijo Colón.
Colón reveló que firmó con Oakland como agente libre porque fue el único equipo que le ofreció contrato garantizado. Aseguró que quisiera quedarse con los A's más allá del 2012, aunque ya se ha acostumbrado a tener lista una maleta para mudarse cuando sea necesario.
"Oakland es un buen equipo para jugar, no hay mucha presión. Fue el único equipo que me garantizó algo, Arizona estuvo interesado, pero no garantizaba nada", dijo Colón. "Si me dan la oportunidad, vuelvo a Oakland", agregó.
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