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talia se la jugaba contra Francia y, pese a llevar el peso del partido durante muchos minutos, acabó víctima de sus propios errores y dijo adiós al torneo para decepción de sus seguidores, mayoría en el pabellón.
La Selección Francesa empezó muy fuerte al ritmo de Batum, con 8 de los primeros 10 puntos del equipo, en un primer cuarto trepidante y vistoso, con mates y jugadas espectaculares, aunque también con defensas blandas. Bargnani puso por delante a su equipo con uno de los mates del torneo, en la cara de Diaw, y prolongó su racha con otros 5 puntos seguidos (sumó 13 en solo 8 minutos y medio) para darle la máxima a Italia (23-16), que no inmutó a Francia.
Un par de acciones positivas de Parker impulsaron un 0-6 de parcial y, ya en el ecuador del segundo cuarto, el activo Traoré puso a Francia con 3 de ventaja (26-29). El choque entró en una fase de intercambio de canastas, con porcentajes más bajos que en el arranque del encuentro, justo antes de que Belinelli tomase su fusil. Un triplazo con falta personal que celebró desde el suelo, otro en la cara de su oponente y un tercero, sobre la bocina y tras rebotar en el tablero, pusieron a Italia con la moral por las nubes antes de irse a vestuarios: 48-41.
En el tercer cuarto, más gris, los franceses intentaban remontar sin terminar de ponerse por delante (54-52, m.25) y Gallinari era el tercer componente del trío mágico italiano en sumarse al partido para alejar a los suyos. que llegaron a colocarse con 8 de ventaja (65-57, m.29) tras dos tiros libres de Carraretto.
Sin embargo, curiosamente cuando Tony Parker estaba en el banquillo, el cuadro galo se reenganchó al partido con dos triples seguidos de Tchicamboud, gris hasta ese momento (67-66, m.32). Italia empezaba a sentirse nerviosa y cada vez sufría más por la sangría que estaba sufriendo en el rebote, con el rival doblándole en este apartado. Belinelli y Hackett mantuvieron a su equipo por delante, aunque el repescado Traoré, todo corazón, igualaba la contienda justo antes de que Gelabale dejara a Francia arriba con un triple: 74-77 (m.35).
A partir de ahí, una enorme emoción, con Italia volviendo a sonreir tras un 2+1 de Gallinari y su rival dando el arreón definitivo de la mano de un Diaw supremo, eléctrico en sus movimientos pese a su corpulencia. Cuatro puntos seguidos de Boris aupaban a Francia (82-85) a falta de medio minuto y las acciones finales de Italia no pudieron ser más desacertadas. Y simbólicas respecto a su actuación en este torneo. Una penetración sin cerebro de Belinelli y un triple forzado y rectificado en el aire de Gallinari no encontraban final feliz y entre Batum y Pietrus, con un mate, se encargaban de poner el resultado en 84-91 al término del encuentro. Italia, a casa.
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