EUGENIO TAVERAS...SANTIAGO...Quiero decirles a todos, y cada vez que escribo me incluyo, que debemos aplicar los conceptos aprendidos en dondequiera que plasmemos lo que brota del pensamiento.
No demos a demostrar que fue la universidad quien pasó por nosotros en lugar de nosotros por ella., porque lo aprendido, entiendo yo, debemos aprovecharlo en todos los actos que tengamos que hacer uso del lenguaje hablado o escrito, porque quienes leen y escuchan lo que transmitimos nos miden por la calidad del mensaje.
De ningún modo estoy haciendo referencias particulares, pero me apena posar mis ojos en una cantidad de textos que son enviados por estas redes, todas, incluidos los periódicos de prestancia, por su trayectoria en el tiempo; así como también, escuchar expresiones salidas de colegas que poseen un título universitario o se imaginan haberlo adquirido, por lo menos, en la universidad de la vida.
Los avances tecnológicos están disponibles para todos los que queramos hacer uso de tan valiosas herramientas, pero resulta contraproducente que mientras más facilidades nos ofrece el sistema, peor es la calidad de lo que comunicamos tanto con la voz como por escrito.
En días recientes recibí un escrito a través de mi correo y cuando lo leí quedé sorprendido, partiendo del cerebro del que habían emanado las ideas que en el mismo se plasmaban, las cuales tenían el material necesario para una mejor redacción, por lo que acudí vía facebook a escribirle al autor de dichas líneas, y la reacción del colega fue: “pero recuerda que ese es mi estilo”. Mi actitud fue sencilla: detuve mis dedos y no hice ningún comentario, porque el corte tajante con que me salió mi colega me dieron a entender que también es un estilo la porquería lingüística.
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