viernes, 15 de julio de 2011

LNB: Proyecto que necesita madurar


OSVALDO RODRIGUEZ SUNCAR....La Liga Nacional de Baloncesto (LNB), cuyo segundo torneo comenzó el martes, es y será para nosotros la continuación de la Liga Dominicana de Baloncesto (LIDOBA).
LNB es la continuación de la idea que tuvimos muchos amantes de esa disciplina sobre la creación de un circuito profesional de baloncesto, con aquello que llaman todas las de la ley.
Hablamos de continuación en tanto se siguen en la LNB los mismos principios básicos y características conceptuales que dieron origen a la LIDOBA, sustentados por unas normativas que son las fundamentales de la LNB.
No podría ser de otra manera. Si la LIDOBA fue bien concebida, como en efecto lo fue, la LNB no tenía, ni tiene por qué abandonar esa línea de pensamiento, la cual sufrió trastornos en su ejecución, en algunos casos muy significativos, en especial en su último año (2008), los cuales dieron al traste con la vigencia de esa liga y dieron origen al nacimiento de la LNB, sobre los cimientos de la LIDOBA.
Eso que aquí afirmamos y que algunos promotores de la LNB en medios de comunicación, en forma mezquina, pretenden negar, es la experiencia que ha permitido a muchos de los dueños de equipos de la LNB y los administradores de ésta contar con muchas pautas a seguir y otras de las cuales abominar, en la continuación del proyecto, el cual todavía necesita madurar, para que no se den situaciones, tales como: 1.- El desastre operativo que fue el equipo de Puerto Plata, la temporada pasada.
2.- Los cuestionamientos sobre elegibilidad de jugadores como en los casos de Luis Flores y Danny Tavarez.
3.- Las presiones de dueños de equipos para que se derogue la medida del presidente de la LNB, licenciado Federico Lalane José, y éste levante la sanción al jugador Marlon Martínez, por su falta de respeto contra Lalane.
4.- Las significativas pérdidas económicas de los equipos en el 2010.
El “proyecto” es bueno, el mejor que jamás haya tenido el baloncesto dominicano. Va en buena dirección. Pero déjenlo madurar.
No lo sobredimensionen, creándole expectativas que todavía no está en condiciones materiales de satisfacer…

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