DOMINGO HERNANDEZ
En los últimos tiempos, el boxeo profesional dominicano ha atravesado por momentos difíciles.
Esta situación se ha acentuado aún más en Santiago, escenario que una vez se colocó como la principal plaza del país -principios de los 90s-.
No obstante, la falta de promotores, fundamentalmente, ha motivado que en esta ciudad sean escasas las carteleras que se presentan y consecuentemente esto ha impedido el que se haya logrado un buen desarrollo de jóvenes valores, pese al apoyo decidido del sector oficial, mediante el Ministerio de Deportes y a las facilidades y disponibilidad del Comisionado Nacional, periodista Franklin Núñez.
En interés de aportar a mejorar esta realidad, recién llegó a esta provincia, el joven Roberto Peralta.
Se trata de un dominicano, nativo de Santiago, que se fue pequeño a los Estados Unidos, en donde incluso fue boxeador para más tarde, luego de su retiro de la competencia, asumir la faceta de entrenador.
Como boxeador alcanzó cierta notoriedad a principios de la década pasada en suelo estadounidense e incluso llegó a competir en el famoso Torneo de los Guantes de Oro, en donde de acuerdo al prestigioso diario Daily New, ofreció la pelea más emocionante en la edición correspondiente al 2001.
Una fractura en el codo derecho le impidió seguir adelante e involuntariamente debió abandonar una joven carrera que parecía prometedora, en opinión de algunos conocedores de la Gran Manzana.
El gusanillo del boxeo, empero, seguió prendido dentro de él y se decidió por convertirse en entrenador, actividad que inició cuando contaba con 25 años de edad.
Asumió como campo de acción el “Club Nuevas Leyendas del Boxeo” -New Legends Boxing Club-, situado en el condado de Queens, en Nueva York, en donde revela que ha entrenado a sólidas promesas del pugilismo, no sólo dominicano, sino también latino y estadounidense, entre quienes cita los nombres de Mickey Ruiz y Aneudy Santos, entre otros.
Actualmente entrena al nóvel e invicto santiaguense Juan Domínguez (6-0), además de Marlin Cabrera y el flamante campeón nacional mediano junior, David Toribio.
Como entrenador su marca es de 38-2. Observa que nunca le han noqueado un boxeador o maltratado y que ha llevado a varios de ellos a ganar importantes torneos, así como campeonatos en el renglón de paga.
A su juicio el boxeo local, requiere de una mayor protección e impulso. Carece de entrenadores capacitados para preparar adecuadamente a un boxeador.
Este panorama le ha impulsado ha establecerse aquí, con el propósito de conformar, junto a su primo Felipe Gómez, una promotora para comenzar a dinamizar cuanto antes la plaza, con el montaje de veladas con mayor frecuencia.
Para ello espera contar con el respaldo de los sectores oficiales, privados y de las autoridades boxisticas nacionales. El objetivo, plantea, es hacer que Santiago vuelva a reverdecer viejos laureles, retornarle el prestigio y brillo que ostentó por años. Suerte y éxito para él en su entusiasta proyecto…
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