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Un rosario de opiniones divididas en torno a la actitud que desde hace un año ha asumido el ex big leaguer de las Grandes Ligas, Sammy Sosa, quien luego de un año no ha referido supuestas imputaciones de haber consumido esteroides durante su carrera en las mayores.
Personalidades del mundo deportivo estiman que el silencio que ha guardado Sosa es para evitar hablar del caso y que su nombre no sea involucrado en una polémica pública sobre el uso o no de esteroides o sustancias prohibidas. Otros creen que ha sido correcta la actitud de Sosa. Refieren que evadir hablar de la cuestión podría abrirle el camino al Salón de la Fama de Cooperstown.
El miércoles se cumplió un año de la públicación de The New York, que citó a Sosa entre los peloteros que integran la lista de 104 que en el 2003 dieron positivo de consumo de esteroides.
Ramón Cuello, presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD), dijo que después de un año de silencio “eso tiene muchas connotaciones”.
Precisa que probablemente ello busca no batir el tema y tener el camino abierto para entrar al Salón de la Fama de Cooperstown. Cree que Sosa no será elegible “porque ha hecho muchas trampas” durante su carrera de beisbolista.
“Hay muchas cosas que están en contra de él (Sosa)” y manifiesta que su silencio alrededor del supuesto consumo de esteroides “tiene el propósito de evitar hablar de esas cosas”.
Asimismo, el historiador deportivo Cuqui Córdova, dijo que posee esa lista y que cuando se produjo la misma “era una época en que era permitido el uso de esteroides”. Significó que “eso no tiene validez” para evitar que Sosa no sea un potencial candidato al Salón de la Fama de Cooperstown.
Córdova observa que Sosa “se ha descuidado y cometido muchos errores” y no cree que ello sea un obstáculo para alcanzar Cooperstown. Joselín Rodríguez Conde, un veterano dirigente deportivo y empresario elogió la actitud de Sosa y dijo que este ha asumido una “actitud inteligente”.
Cree que Sammy no es responsable de los esteroides, sino que eso es una responsabilidad del Comisionado de Béisbol de las Grandes Ligas de la época, los propietarios de equipos y todos los vinculados con esa actividad.
“Sammy lo ha hecho mejor que todo, entiendo que Sammy no debe hablar de algo que aceptó todo el mundo”, dijo Rodríguez Conde.
Garibaldi Bautista, dirigente deportivo, estima que el silencio de Sosa “es una estrategia para lograr el Salón de la Fama”. Cree que ha hecho lo correcto y que ha sido algo bien pensado por sus asesores. En tanto que Emigdio Valenzuela, un veterano abogado vinculado a los deportes, está convencido que su silencio “lejos de ayudarlo, lo que hace es que lo incrimina”.
Estima que Sosa es un ídolo y que de alguna manera debió dar alguna explicación. Condenó la ausencia de Sammy a un acto donde se estaba poniendo en circulación un libro sobre su vida, a pesar de las invitaciones que se cursaron a él y su principal asesor Domingo Daujahre.
Rolando Sebelén deportista y empresario manifestó que “si Sosa no ha tocado ese tema es porque está limpio”. Está convencido de que Sammy está limpio porque según explica, si tuviera algún grado de responsabilidad hubiera dado alguna explicación.
Makey Calzada, ex Comisionado Nacional de Béisbol Profesional, estima que “esa ha sido la mejor decisión que ha tomado Sammy Sosa, la de guardar silencio, porque cualquier declaración que haga le haría más mal que bien”. “En boca cerrada, no entra mosca”, terminó diciendo Calzada tras considerar acertada esa decisión de no hablar del tema.
El miércoles se cumplió un año de la públicación de The New York, que citó a Sosa entre los peloteros que integran la lista de 104 que en el 2003 dieron positivo de consumo de esteroides.
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