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Gracias a su esfuerzo y persistencia llego
El 27 de febrero es día de la independencia dominicana y para esa fecha del 2005, Alfredo Figaro, un joven aspirante a lanzador, fue firmado por tercera vez para una organización de Grandes Ligas; y cayendo la tarde de este sábado 21 se apuntó su primera victoria en el Big Show.
Lo anterior no significaría nada especial si Fígaro no hubiese salido de Campo Las Palmas, academia de los Dodgers de los Ángeles en República Dominicana, con el corazón desecho y el sello en la frente de que "todo se acabó para mí" al ser dejado libre por esta organización por falta de talento.
"Yo tenía una deuda conmigo mismo, más bien una incógnita que sólo hoy (el sábado) podía responderme. Ahora que subí al equipo grande y gané ya sé que no soy una basura, ellos cometieron un error en no darme una oportunidad", dijo Fígaro, de los Tigres de Detroit, luego de derrotar a los Cerveceros de Milwaukee 9 carreras por 5 en su debut.
El lanzador conversó con ESPNdeportes.com mientras andaba perdido en la ciudad de Detroit buscando el hotel donde estaba hospedado, y aprovechó para dedicar su primera victoria a sus familiares que aún viven en la comunidad de La Galera, en Samaná, y a todo el pueblo dominicano.
Con seis pies de estatura y un repertorio de lanzamientos que incluye una recta que viaja sobre las 90 millas, Fígaro, el tercero de una familia de cuatro hermanos, se siente reivindicado. "Me botaron porque creían que yo no servía para nada, por falta de talento como muchos otros que ellos tenían ahí y que echaron conmigo... pensé que el cielo se caía, que todo se había acabado para mí, pero mi primo Fernando Rodney me dijo que me calmara, que hablaría con alguien que iba a verme de inmediato y gracias a Dios aquí estoy", dijo el joven lanzador en entrevista con ESPNdeportes.com.
El desilusionado joven fue visto por scout de Detroit Ramón Peña, hoy asistente del gerente general de los Mets de Nueva York, Omar Minaya.
"Ramón Peña fue que me volvió a firmar y me dijo que yo sí era un prospecto, para los Dodgers no era un prospecto pero para él sí, creyó en mí y por él y Rodney estoy aquí", agradece.
Consultado por ESPNDeportes.com sobre la historia de Fígaro, el también dominicano Ramón Peña señala que fue un caso excepcional. "Cuando vi estaba lanzando a 94 millas y de inmediato me hice la pregunta: ¿Qué error tan grande cometió este muchacho para que lo dejaran libre, porque nadie bota a un lanzador que esté lanzando sobre 90 millas?
"Tomé un teléfono y llamé a los Dodgers, pregunté por qué botaron a este chico, no fue por droga, no fue por robo, no por indisciplina extrema, me contestaron negativo todo eso& la causa fue porque su firma fue para llenar espacio y como no era un prospecto lo despacharon y punto", narró Peña.
El hoy asistente del gerente general de los Mets de Nueva York, dijo que no le gusta hablar de estos temas porque respeta las decisiones de los equipos y la gente del béisbol, pero que sencillamente con Fígaro se cometió un error.
"Yo estaba en doble A, me llamaron hace dos días, el viernes no hice nada, la pasé en el hotel, hoy (sábado) me avisaron que lanzaría y de inmediato supe que era el día de saber la verdad, me botaron como una basura sin darme la oportunidad, gracias tengo que darle a Rodney (quien es su compañero de equipo hoy día) y a Ramón Peña, quien fue que me puso de nuevo la bola en la mano y vio que realmente yo podía lanzar en este béisbol", agradeció el derecho, nativo de La Galera, Samaná, una provincia de la región noreste ubicada a 245 kilómetros de Santo Domingo.
El derecho de 25 años, explicó que no desea ser un "tipo desagradable", pero que los Dodgers sólo le permitieron lanzar 7 entradas y un tercio para de inmediato ponerlo en la calle.
"Algo así le hicieron a Pedro Martínez, pero le dieron más tiempo que a mí, pero debo decirlo para que los jóvenes vean que se puede lograr, que se puede llegar con perseverancia y con gente como Roney y Ramón que ayudaron a rescatar mi juego y mi vida", dijo Fígaro.
Fígaro ponchó a siete, permitió dos carreras limpias producto de ocho hits y dio dos boletos en cinco entradas; su primo Rodney fue el cerrador del juego.
El 27 de febrero es día de la independencia dominicana y para esa fecha del 2005, Alfredo Figaro, un joven aspirante a lanzador, fue firmado por tercera vez para una organización de Grandes Ligas; y cayendo la tarde de este sábado 21 se apuntó su primera victoria en el Big Show.
Lo anterior no significaría nada especial si Fígaro no hubiese salido de Campo Las Palmas, academia de los Dodgers de los Ángeles en República Dominicana, con el corazón desecho y el sello en la frente de que "todo se acabó para mí" al ser dejado libre por esta organización por falta de talento.
"Yo tenía una deuda conmigo mismo, más bien una incógnita que sólo hoy (el sábado) podía responderme. Ahora que subí al equipo grande y gané ya sé que no soy una basura, ellos cometieron un error en no darme una oportunidad", dijo Fígaro, de los Tigres de Detroit, luego de derrotar a los Cerveceros de Milwaukee 9 carreras por 5 en su debut.
El lanzador conversó con ESPNdeportes.com mientras andaba perdido en la ciudad de Detroit buscando el hotel donde estaba hospedado, y aprovechó para dedicar su primera victoria a sus familiares que aún viven en la comunidad de La Galera, en Samaná, y a todo el pueblo dominicano.
Con seis pies de estatura y un repertorio de lanzamientos que incluye una recta que viaja sobre las 90 millas, Fígaro, el tercero de una familia de cuatro hermanos, se siente reivindicado. "Me botaron porque creían que yo no servía para nada, por falta de talento como muchos otros que ellos tenían ahí y que echaron conmigo... pensé que el cielo se caía, que todo se había acabado para mí, pero mi primo Fernando Rodney me dijo que me calmara, que hablaría con alguien que iba a verme de inmediato y gracias a Dios aquí estoy", dijo el joven lanzador en entrevista con ESPNdeportes.com.
El desilusionado joven fue visto por scout de Detroit Ramón Peña, hoy asistente del gerente general de los Mets de Nueva York, Omar Minaya.
"Ramón Peña fue que me volvió a firmar y me dijo que yo sí era un prospecto, para los Dodgers no era un prospecto pero para él sí, creyó en mí y por él y Rodney estoy aquí", agradece.
Consultado por ESPNDeportes.com sobre la historia de Fígaro, el también dominicano Ramón Peña señala que fue un caso excepcional. "Cuando vi estaba lanzando a 94 millas y de inmediato me hice la pregunta: ¿Qué error tan grande cometió este muchacho para que lo dejaran libre, porque nadie bota a un lanzador que esté lanzando sobre 90 millas?
"Tomé un teléfono y llamé a los Dodgers, pregunté por qué botaron a este chico, no fue por droga, no fue por robo, no por indisciplina extrema, me contestaron negativo todo eso& la causa fue porque su firma fue para llenar espacio y como no era un prospecto lo despacharon y punto", narró Peña.
El hoy asistente del gerente general de los Mets de Nueva York, dijo que no le gusta hablar de estos temas porque respeta las decisiones de los equipos y la gente del béisbol, pero que sencillamente con Fígaro se cometió un error.
"Yo estaba en doble A, me llamaron hace dos días, el viernes no hice nada, la pasé en el hotel, hoy (sábado) me avisaron que lanzaría y de inmediato supe que era el día de saber la verdad, me botaron como una basura sin darme la oportunidad, gracias tengo que darle a Rodney (quien es su compañero de equipo hoy día) y a Ramón Peña, quien fue que me puso de nuevo la bola en la mano y vio que realmente yo podía lanzar en este béisbol", agradeció el derecho, nativo de La Galera, Samaná, una provincia de la región noreste ubicada a 245 kilómetros de Santo Domingo.
El derecho de 25 años, explicó que no desea ser un "tipo desagradable", pero que los Dodgers sólo le permitieron lanzar 7 entradas y un tercio para de inmediato ponerlo en la calle.
"Algo así le hicieron a Pedro Martínez, pero le dieron más tiempo que a mí, pero debo decirlo para que los jóvenes vean que se puede lograr, que se puede llegar con perseverancia y con gente como Roney y Ramón que ayudaron a rescatar mi juego y mi vida", dijo Fígaro.
Fígaro ponchó a siete, permitió dos carreras limpias producto de ocho hits y dio dos boletos en cinco entradas; su primo Rodney fue el cerrador del juego.
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