miércoles, 26 de noviembre de 2008

Familia Peña García, admirada en el deporte y ejemplo en sociedad

LISTINDIARIO.COM
ROLIN FERMIN

TONY PEÑA ESTÁ FELIZ DE LA UNIDAD DE LA FAMILIA QUE HA PODIDO LEVANTAR
SANTIAGO.- Tony Peña en el mundo del béisbol podría considerarse un hombre realizado. Un guante de oro. Como padre algo similar, si se quiere, un (MVP) Más Valioso.
Dentro de su profesión ha logrado conseguir todo lo que se ha propuesto, sin quizás como producto final de una consagrada carrera, donde la tenacidad, dedicación y gran espíritu de superación constituyeron su principal fuente de sustentación.
Peña llegó a la cúspide en todas las facetas del juego. Una estrella como jugador, ganador de diferentes premios y galardones y no menos brillante como dirigente, uno de los pocos hispanos en ese desempeño, ganador del máximo galardón para la especialidad: Manager del Año.
El nativo de Palo Verde, radicado desde hace mucho tiempo en Santiago, pese a todas esas grandes conquistas personales, y muchas otras que aún puede alcanzar, entiende que lo mejor que le ha podido pasar ha sido poder formar una familia estable, que le enorgullece y cuyo principal papel lo ha desempeñado su compañera, esposa y mejor aliada Amaris García.
Y es que según él, Amaris, en esa difícil y compleja misión, es a quien le ha correspondido desempeñar la función de manager, hablando en términos beisbolísticos, en lo que representa hoy lo “más sagrado” para su existencia, como es su núcleo familiar, amén del innegociable espacio que pertenece a sus progenitores.
Ella, “el manager” en casa Para Tony el papel de su esposa Amaris es invalorable, máxime en su caso, pelotero de profesión, donde permanecer junto a la familia, en un solo techo, se presenta la mayoría de las veces como un imposible.
“Nuestra unión de más de 33 años ha sido excelente, como la mayoría de los matrimonios, con escollos y diferencias, pero con resultados positivos”, refirió el exmáscara, a quien se le define en República Dominicana como “el pelotero de la patria”.
Y es que según él, “ella ha entendido el sistema de vida de nosotros los peloteros, fue perseverante, pero a la vez tolerante y se impuso”.
Es lo que también espera que puedan entender y comprender las actuales compañeras (esposa y novia) de sus hijos Tj., y Francisco.
Tony define el matrimonio, en idioma beisbolero, como “un juego, en el que cada día hay algo nuevo, donde las reglas están establecidas, pero donde siempre surgen situaciones cambiantes”.
En su caso, ese juego le ha tocado dirigir a su esposa Amaris, “responsable de la educación de los hijos en la mayor parte del tiempo, en la que ha permanecido sola”, indicó quien como tutor, así como pelotero, “ha jugado su rol familiar”.
Aún así, Pena (Tony padre), se inscribe en el grupo que estima invalorable el rol que desempeña la mujer en el hogar.
A su juicio, “en los matrimonios de peloteros, políticos y merengueros, carreras que son parecidas por complejas, las compañeras y esposas tienen que ser especiales para poder sobrevivir en la unión”.
Padre realizado En su caso, pese a todas las adversidades que se presentan, como padre se siente orgulloso de sus hijos, los que han seguido sus planteamientos y de los que no tiene palabras para definirlos.
“He vivido recientemente una experiencia inesperada y verle jugar a ambos en un mismo partido, provocó una sensación y nerviosismo tal, solo comparable con su participación en Serie Mundial. Fue algo indescriptible”. Prácticamente, aunque la relación familiar nunca se termina, Tony se siente más que realizado como padre, al menos en este momento, faltando aún bastante por dar y ver, caso los nietos, donde ya Tj. inició la cosecha “y espero muchos otros más, con los que pueda ver nacer, crecer y compartir con ellos en una familia estable”.
La nueva generación
Al hogar de los Peña llegó una segunda generación de los Tj. Se trata del primogénito del hijo mayor con su joven esposa Laura Pichardo, quien con apenas un año, se adueña del cariño y atención de todo y para quien, en busca de llamar la atención o por ñoñería, “ríe o llora”.
Esto ha sido el principal descubrimiento de sus tíos y abuelos cuando se requiere un poco de paz, ante el enérgico comportamiento del nuevo retoñó.
Su madre Laura, la actual esposa de Tj. y la futura esposa de Francisco (Jessica Comprés), desde ya constituyen para Tony padre, parte de una familia sin límites.La familia ideal En términos matemáticos, más para su época, el exjugador y exdirigente de las Águilas Cibaeñas, definió sus tres hijos como parte de la familia ideal.
Tj., el primogénito, Jennifer, la única hembra, si se quiere la reina de la familia y Francisco, el último, el más añorado y consentido, como tiende a ser.
Tj. Junior tiene ya 24 anos, Jennifer 24 y Francisco sólo 19.Los dos varones han seguido los pasos de su padre y principal ejemplo, ambos son peloteros y con bastante futuro.
El primero a nivel de Grandes Ligas, hoy en uniforme de los Reales de Kansas City y Francisco, recién firmado por los Mets de Nueva York y considerado, uno de los más promisorios receptores del negocio.
Sus ídolos Para el trío de discípulos, sus padres Tony y Amaris son la principal fuente de inspiración para todo.
“Son únicos, los grandes soportes y principal inspiración”, coinciden en su juicio quienes como el padre siguen sus pasos a través del béisbol y la hembra, que se identifica con su madre, independientemente de algunos excesos, que terminaron siendo valiosos ejemplos.
LA REINA
Jennifer, para Tony, su padre, es una copia de su madre Amaris en cuanto a su temperamento, quizás hasta un poco más agresiva.
Entiende que tiene su propia personalidad, capaz de lograr lo que se propone, como decidir estudiar actuación en Estados Unidos, luego comunicación y psicología.
“Confío en que logrará sus objetivos y será cuestión de tiempo”, expone el feliz padre, de quien para muchos, es la que más rasgos físicos de él exhibe.
La que más se parece. “La reina de la casa”, en algún momento no dejó de pensar que debió nacer varón, jugar béisbol como sus hermanos, lo que ama y le apasiona.
Tampoco se arrepiente.Define a sus dos hermanos, Tj., y Francisco como súper celosos, pero más por su bien y quienes le ofrecen gran confianza.

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