lunes, 3 de diciembre de 2018

De Tamboril, a compartir primer juego con el Licey

ANTO DOMINGO.-Nacieron en el municipio Tamboril, provincia Santiago. Convivieron en el mismo programa independiente de preparación de prospectos para el profesionalismo. Y firmaron al mismo tiempo, pero el jardinero Luis Barrera con Atléticos de Oakland y el receptor Michael De la Cruz con Azulejos de Toronto, lo que les llevó por senderos diferentes. De la Cruz, dos años mayor (hoy 25), se adelantó y fue elegible para el Sorteo de Novatos de 2015 de la LiDom. El Licey lo tomó en la séptima ronda. Y como capricho del destino, supieron que serían de nuevo compañeros, cuando el Glorioso seleccionó a Barrera en su quinto turno en el draft de 2017. La noche del viernes 23 de noviembre, en el Estadio Tetelo Vargas, de San Pedro de Macorís, seis años después de firmar ambos en 2012 y comenzar carreras paralelas en 2013, los de Tamboril compartieron por primera vez la titularidad en una alineación de los Tigres del Licey. Barrera enseñó su bateo dulce al bateador dos sencillos (4-2), con anotada. Su dos fallos fueron líneas atrapadas en el campo izquierdo y la segunda base. De la Cruz recibió dos bases por bolas, anotó una y falló dos veces, pero mejor, de nuevo mostró buenas cualidades en la conducción del pitcheo en la victoria por 4-2 sobre las Estrellas Orientales. Y todo, en un momento de presión del campeonato, con el standing más ceñido que se recuerde en los anales de la pelota dominicano, después de 32 juegos. El resultado provocó un cuádruple empate en segundo lugar entre Tigres, Águilas, Gigantes y Escogido (16-16), a un juego de las líderes Estrellas (17-15), solo uno sobre los coleros Toros (15-17). “Estoy muy orgulloso por él y por mí también”, expresó Barrera sobre la novedosa coincidencia con Michael, a quien conoció cuando tenía 12 años y llegó al programa de Quico Peña, en Tamboril, con quien hacía rato que se preparaba el receptor. A partir de entonces fue mucho lo que jugaron, hasta que se separaron cuando firmaron para ser profesionales. “Fue una experiencia muy bonita volver a jugar con Luis, ahora como profesionales, por primera vez con el Licey y poniendo a Tamboril en alto, que es lo más importante”, apreció De la Cruz sobre el reencuentro. El choque representó su tercero de la campaña abriendo alineación, de ocho en que ha intervenido. En las dos anteriores temporadas vio acción en siete juegos de serie regular. Aunque son parte de organizaciones diferentes en el béisbol organizado, Barrera asegura, que desde la separación de la estancia con Quico Peña, siempre han tenido comunicación y se dan prodigado consejos y aliento en sus trayectorias paralelas en el béisbol.

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