viernes, 23 de noviembre de 2018

José Guillermo Saleta, cuando la calidad rebasa la condición de provinciano

Perfecto Martínez... Ser del “interior” y de pronto convertirse en presidente de honor del ceremonial de exaltación del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, además de una verdadera hazaña, es el resultado de una dilatada trayectoria profesional y deportiva, que se forja entre el mérito, la moral y los éxitos. Guillermo José Saleta es sencillamente el primer provinciano, oriundo y residente en Santiago de los Caballeros, escogido para presidir la ceremonia de exaltación a la Inmortalidad Deportiva, que en esta oportunidad arribó a sus primeros sesenta años de realización. Pero en su caso, ni la casualidad ni la buena suerte influyeron para tan alta distinción. Solo basta echar un vistazo a su exitosa carrera deportiva, iniciada en 1968, y que le ha permitido dirigir al conjunto de las instituciones deportivas de República Dominicana (atleta, clubes, asociaciones, uniones deportivas, federaciones, dirección técnica de selecciones nacionales y subdirector general XV Juegos Centroamericanos y del Caribe 1986, Santiago 86). El contexto deja claro que la escogencia tiene que ver con su carrera deportiva, sus méritos profesionales y su calidad humana. El también periodista, productor de programas y catedrático universitario tiene en su haber desempeñarse como presidente de la Unión Deportiva de Santiago (UDESA) en cuatro ocasiones y diferentes décadas-nunca reelegido-, presidente del Comité Permanente del Salón de la Fama de Santiago; presidente del Comité Barón Pierre de Coubertin-fundador de la filosofía y movimiento olímpico mundial-; fundador y primer presidente de la Federación Dominicana de Uniones Deportivas Provinciales (FEDUDE) y presidente de la Federación Dominicana de Ciclismo (FEDOCI), entre otros. “Ha sido un gran honor tanto en lo humano, profesional y deportivo porque el Pabellón de la Fama de República Dominicana es una institución integrada por señores muy adultos, reconocidos por sus altos aportes a la sociedad en diferentes ámbitos, por sus méritos y conductas apegadas estrictamente a la ética y a los valores a lo largo de sus vidas”, comenta Guillermo José Saleta al Centinela Digital. El orgullo de ser santiaguero es un valor agregado que para él dimensiona aún más el hecho de haber sido seleccionado para tan alta la distinción, una satisfacción que le lleva a sugerir “que esa distinción vuelva a ser otorgada a otros de distintos lugares del país y que no necesariamente sean de la ciudad capital”. La exaltación a la inmortalidad deportiva representa la más alta distinción que se le pueda otorgar a un ciudadano en el plano deportivo y que, al propio tiempo, encarna, para Guillermo José Saleta, el premio a una vida de valores y propósitos. “La juventud dominicana tiene que estar segura de que solo una vida sana, forjada en valores, esfuerzos, constancia; con un comportamiento ético, con disciplina y pasión, siempre será la vía para que su comunidad, su sociedad, su gente, lo reconozcan y estimen porque, a fin de cuentas, es lo más importante en la vida de cualquier ciudadano”, afirmó en su conversación con el Centinela Digital. Guillermo José Saleta fue seleccionado por los miembros del Comité Permanente para la exaltación a la Inmortalidad Deportiva, cuya ceremonia se llevó a efecto el domingo 11 de este mes en el Auditórium principal del Pabellón de la Fama, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.   En la jornada quedaron inmortalizados los ex peloteros de Grandes Ligas José Mesa, Pedro Julio Astacio y Tony Batista. Además, Héctor -Cuqui- Acevedo y Rafael -Fey- Duquela, propulsores del deporte; así como las ex selecciones nacionales Tito Horford, en baloncesto; Yudelkis Bautista, voleibol; Guillermina Candelario, levantamiento de pesas; Pedro Gómez, softbol; y José Vicbart Geraldino, en judo.

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