miércoles, 17 de octubre de 2018

Víctor Robles, de jugar la plaquita y lavar carros a valer como joya en Washington

SANTO DOMINGO. Los planteles que utilizan los seis equipos esta primera semana sufrirán una gran transformación para diciembre, pero entre las figuras que justifiquen pagar un palco de RD$750 y salir del play después de las 11:00 PM a esta altura de la campaña está Víctor Robles. Las Águilas obtuvieron el permiso para que este súper prospecto juegue una parte del curso y, si él sigue cumpliendo el pronóstico, es poco probable que se vuelva a uniformar en el futuro. Si los Nacionales de Washington no se arriesgan a garantizarle más de US$200 millones (algunos hablan de hasta US$300) a Bryce Harper este invierno en parte es porque tiene una pareja de jardineros dominicanos que integran Robles y Juan Soto, con un potencial de estrellas para crear un proyecto ambicioso alrededor de ellos. “Estamos listos para ese puesto hace mucho ya, pero eso no lo controlo yo, solo controlo mi trabajo, trabajar fuerte y que ellos tomen las decisiones que tengan que tomar”, dijo Robles a DL ayer antes del partido de sus Águilas contra el Escogido tras debutar la noche anterior con tres imparables en cinco turnos. Robles, de 21 años, hace menos de una década tenía que lavar hasta 20 carros en un día en un car wash en Villa Faro para conseguir RD$800 que le servían para comprar su utilería y ayudar a su madre, Marcia Brito, separada del padre del prospecto del mismo nombre cuando el niño tenía nueve años y su talento para batear ya lo mostraba jugando a la plaquita. Con 13 comenzó a jugar en una liga en Santo Domingo Este, con 14 el entrenador Joel Manzanillo lo reclutó para un programa que opera en la Urbanización Italia y en 2012 cuando cumplió 16, ya en manos de Franklin Ferreras, logró un bono de US$225,000, del que sacó la primera partida para comprar una casa en mejores condiciones a su progenitora que en la de 10x10 metros donde creció. Entre los mejores Al inicio de la campaña 2018 era el prospecto cinco de Baseball America, el seis en MLB Pipeline y el dos en Baseball Prospectus. En la escala 20-80 de evaluación consigue un valor de 65 con 55/70 en hit, 40-50 en poder bruto, 70-70 en velocidad, 60-70 en defensa y 70-70 en su brazo. Robles, de 6’0, proyectaba ser subido por los Nacionales en mayo para retrasarle el reloj de días de servicios, pero en abril se lastimó el codo derecho en una jugada defensiva en AAA y se perdió casi tres meses. Fue en julio cuando regresó y en septiembre los Nacionales lo llamaron al Big Show. Ese tiempo perdido, que limitó su temporada a 251 turnos, es lo que ha abierto las puertas para que esta joya juegue en la pelota dominicana. “Siempre tuve en mi mente adónde quería llegar, nunca me olvidé de dónde vengo, pero también sé para dónde voy”, dijo Robles, que vio fichar en su clase de 2012 a jugadores como Amed Rosario, Wendell Rijo, Richard Ureña, Sergio Alcántara, Willy Adames, Domingo Leyba y Francisco Mejía. “Tenía en claro en mi mente que el dinero grande está allá arriba, no en la firma, deposité mi corazón y todo mi esfuerzo”, dijo el toletero con respecto al bono que recibió. Las Águilas lo tomaron como su primera selección en el sorteo de novatos de 2016 en el segundo puesto, detrás de Eloy Jiménez (Gigantes). Sin embargo, los Nacionales no autorizaron que juegue en las siguientes dos temporadas y optaron por enviarlo a la Liga Otoñal de Arizona. NPerez@diariolibre.com

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