lunes, 8 de mayo de 2017

José Reyes se ha reencontrado con el buen bateo en los Mets



NUEVA YORK -- Tras un pésimo comienzo de temporada en cuanto a la parte ofensiva se refiere, José Reyes ha despertado con el madero. Y dado que la diezmada alineación de los Mets no cuenta ahora mismo con el potente bate del cañonero Yoenis Céspedes, el infielder dominicano no pudo haber elegido un mejor momento para encenderse. En sus primeros 18 juegos del 2017, Reyes tuvo promedio de apenas .095 y se ponchó en 16 ocasiones. Pero pese a que se fue de 3-0 en la derrota de los Mets ante los Marlins por 7-0 el domingo, el veterano ha bateado .326 con tres jonrones y 11 remolcadas en sus últimos 12 compromisos. En ese tramo, se ha ponchado una sola vez y ha negociado cinco boletos. El miércoles, Reyes incluso fijó una marca personal al empujar cinco carreras en la victoria de los Mets por 16-5 sobre los Bravos en Atlanta. "Encontré mi swing," dijo Reyes. "Lo estaba buscando hacía par de semanas con el coach de bateo de nosotros [Kevin Long], trabajando todos los días. Creo que llegué al punto en que me encontré conmigo mismo. Es cuestión de ajustes".  Pero más que ajustes mecánicos, el capataz Terry Collins atribuye la mejoría de Reyes a un cambio mental. "Cuando los jugadores pasan por un mal momento y son la clase de jugadores que estos muchachos son, se les bajan un poco los humos, se siente avergonzados y creo que se esfuerzan de más", señaló el dirigente. "Considero que ése fue el caso de José, pese al tiempo que lleva aquí en Nueva York. Creo que ha respirado profundo y ha dicho, 'Soy un jugador bueno y voy jugar como lo sé hacer'". De su parte, Reyes asegura que en ningún momento se dejó abrumar por la frustración. "Siempre estuve confiado en mi talento", dijo Reyes. "Venía al estadio con la mejor actitud, positivo siempre, sabiendo que algún día todo iba a cambiar". Reyes, de 33 años de edad, hizo su debut de Grandes Ligas con los Mets en el 2003 y fue convocado a cuatro Juegos de Estrellas como integrante de la novena de Queens antes de firmar con los Marlins como agente libre previo a la campaña del 2012. Su estancia en Miami fue breve, ya que al año fue canjeado a los Azulejos, por quienes jugó hasta pasar a los Rockies en el 2015. Tras cumplir una suspensión de 51 juegos el año pasado bajo la política de violencia doméstica de Major League Baseball, Reyes fue dado de baja por Colorado y firmó un contrato de liga menor para regresar a Nueva York en junio. En 60 compromisos de Grandes Ligas en el 2016, bateó .267 con ocho jonrones y 24 remolcadas para ayudar a los Mets a llegar a los playoffs mediante uno de los comodines de la Liga Nacional. El contrato de Reyes con los Mets incluía una opción para el 2017, la cual el equipo ejerció. El veterano se perfilaba como utility de cara a esta temporada, pero ha jugado principalmente como tercera base ante la ausencia David Wright, quien se encuentra fuera de acción desde los entrenamientos por una lesión en el hombro derecho. Reyes disputó su primer juego como antesalista en Grandes Ligas ligamayorista el año pasado - anteriormente, había jugado casi exclusivamente como campocorto - y su adaptación a la esquina caliente es una obra en progreso. El dominicano ha cometido cuatro pifias defensivas como tercera base esta temporada, pero asegura que está decidido a pulirse en dicho puesto. "Es un proceso", dijo Reyes. "[Estoy] trabajando duro todos los días para seguir mejorando. A veces juego como shortstop también. Esa es la posición que yo he jugado prácticamente toda mi carrera. Ahí me siento diferente, mucho mejor que en tercera, ya que la tercera es una nueva posición para mí. Pero tengo la puerta abierta para hacer lo que el manager me pida". Y al igual que el año pasado, cuando Reyes ayudó a los Mets a superar las lesiones para llegar a la postemporada, Collins pronostica que el quisqueyano volverá a ser clave para las aspiraciones del equipo. "Cuando estemos en la fase pesada de la temporada, él va a ser un factor clave aquí", aseguró el dirigente.

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