viernes, 24 de julio de 2015

Castillo y De la Rosa, de San Isidro al desierto



PHOENIX – Cuando se menciona la localidad de San Isidro, próxima a Santo Domingo, de lo primero que llega a la mente es la Base Aérea Dominicana y la fuerte población militar en dicho lugar.

Pero ahora se encuentran bien lejos de ese mundo dos muchachos que en su infancia allí jugaron béisbol juntos en la década de los 90. Estamos hablando deWelington Castillo y Rubby de la Rosa, quienes se han reunido en Grandes Ligas en los Diamondbacks de Arizona.

“El mundo da muchas vueltas y hoy estamos aquí”, dijo Castillo, quien fue cambiado de los Marineros a los Diamondbacks el 3 de junio. “Es un orgullo para mí compartir en el mismo equipo con él, salir del mismo barrio, del mismo lugar y tratar de poner en alto de donde nosotros venimos”.

Efectivamente, Castillo ha dado muchas vueltas en cuestión de unas semanas. Luego de perder la titularidad en la receptoría de los Cachorros durante el invierno con la llegada a Chicago del venezolano Miguel Montero y de David Ross, el quisqueyano fue canjeado por los Cubs a Seattle el 19 de mayo. Dos semanas después, fue enviado a Arizona.

De su parte, De la Rosa está lanzando con su tercera organización de Grandes Ligas y ésta es su primera temporada en los Diamondbacks. Aunque ambos llevan ya varios años en las Mayores, aún luchan por terminar de establecerse como fijos en un lineup o una rotación abridora.

Al menos por ahora, lo pueden hacer juntos en el desierto como compueblanos, de San Isidro el Bonito al desierto de Arizona.

“Es una gran ventaja para mí, que hable mi idioma y que venga del mismo barrio”, comentó De la Rosa.

Aunque no se criaron propiamente como amigos, como fue el caso de sus compatriotas Carlos Martínez y Oscar Taveras en Puerto Plata, Castillo y De la Rosa siempre se han llevado bien desde aquellos tiempos de su niñez en San Isidro. Y a pesar de que se han visto poco desde entonces—Castillo sigue viviendo en dicho pueblo durante el invierno, mientras que De la Rosa se ha radicado en los Estados Unidos—ahora se han reunido en el mejor lugar posible: las Grandes Ligas.

“Estoy más que contento de compartir con él en el mismo equipo y tener la oportunidad de cacharlo también”, dijo Castillo. “La relación sigue muy buena y mutua”.

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