domingo, 19 de octubre de 2014

Garabato Sackie, atrapado entre la pobreza y el abandono



LA NOVILLA, RÍO SAN JUAN. George David Sackie, mejor conocido como Garabato Sackie, es un ex beisbolista dominicano que tuvo sus momentos de gloria en la pelota local e internacional.

Originario del Ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís, Garabato Sackie ve pasar los días en La Novilla, una empobrecida comunidad de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez.

A ese lugar llegó hace 51 años. La vivienda se encuentra en una pequeña porción de terreno que adquirió en ese poblado, donde fue de paseo en 1959 detrás del amor de una mujer, decidió comprar y hasta la fecha es su humilde hábitat.

Los años y la precariedad económica le han pasado factura a Garabato, quien carece de visión y para desplazarse en su morada, necesita del auxilio de un trozo de palo que utiliza como bastón.

Ya no es aquel lanzador dueño de un slider mortífero o de la “sonrisa endemoniada” cuando tenía bajo su dominio a un bateador contrario. Él necesita de una mano amiga para poderse desplazar.

Garabato Sackie es el hombre, el ex beisbolista, el que fuera entrenador y que está abandonado a su suerte sin que nadie se digne ir en su auxilio.

‘’Uno siempre tiene que esperar algo, Dios le pone pruebas a uno de muchas formas”, dijo el ex beisbolista al ser cuestionado sobre las condiciones en que se encuentra. “Sackey está enfermo, no está haciendo nada. Un hijo me llevó al médico y ya me siento mejor”, exclamó.

Desafiante y enérgico todavía al hablar, Garabato recuerda el equipo de sus amores, los Leones del Escogido, club para el cual inició su carrera como beisbolista en la llamada “pelota de día’’ después de haber desarrollado su talento en el béisbol doble A en 1949.

“Para mí no había bateador difícil. Ellos (los bateadores) se paraban, me daban mi palo y después me la desquitaba”, comenta Sackie con ciertos aires de satisfacción. “Era un desafío constante”, afirmó.

“Yo tenía un brazo prodigioso, comía mucho dompling, pata de vaca y todo eso. Tenía buena curva y después que comencé a practicarla se convirtió en un slider, el cual le metí velocidad y me salía duro”, agrega Garabato, quien comenzó ganando 60 pesos semanales en la llamada pelota de día y llegó a devengar 400 pesos mensuales en la temporada de 1955-56 con los Escarlatas cuando se comenzó a jugar de noche.

Luis Antonio Hernández, Oficial Civil y presidente de la Liga de Softbol Municipio de Río San Juan, señaló: ‘’Es lamentable que una figura del estirpe de Sackey esté en estas condiciones’’, mientras que Hilario Amparo de la Cruz, director provincial, dijo que están haciendo las gestiones de lugar para conseguirle una pensión al ex jugador, pero que ha sido difícil. “Garabato está prácticamente ciego, sus condiciones no están aptas para trabajar’’, afirmó.



Garabato Sackie y su largo recorrido

De 1953 a 1969, Sackie jugó con los Leones del Escogido, Tigres del Licey y Estrellas Orientales. En la Liga de Puerto Rico fue lanzador de los Cangrejeros de Santurce, el mismo equipo de Roberto Clemente y Willie Mays.

Además jugó en Nicaragua y Canadá de 1967 al 69 porque, según afirmó, en ese entonces en la pelota local no querían pagar lo que él entendía que valía. También jugó a nivel de triple A con los Mellizos de Minnesota.

Garabato fue uno de tres lanzadores (Chuck Templenton y Eugene Host) que protagonizaron la primera blanqueada en extra innings en el Estadio Trujillo en 1955 en el triunfo del Escogido 1 por 0 sobre los Tigres del Licey.

El ex lanzador ya no se queja por haber sido ignorado para ser inmortal del Deporte, sino que entiende que Dios le ha puesto muchas pruebas.

Su récord en la pelota dominicana fue de 35-24 con una efectividad de 2.99. La mejor temporada de Garabato fue la de 1955-56, donde tuvo marca de 8-3 con 2.29 de carreras limpias permitidas.

En la VII Serie del Caribe celebrada en Venezuela en 1955, Sackie se acreditó el triunfo con los Cangrejeros de Santurce, equipo que venció 7-6 a los Alacranes de Almendares, de Cuba. Garabato relevó en el quinto episodio al lanzador abridor Rubén Gómez.

Además, Garabato formó parte de la primera blanqueada combinada en extra inning en el Estadio Trujillo en 1955, donde junto a los lanzadores Chuck Templenton y Eugene Host, los Leones doblegaron 1-0 a los Tigres del Licey en 10 episodios.

Sus inicios en el béisbol

De joven, cuando comenzaba a inclinarse por el béisbol, George Garabato Sackie jugaba como receptor, pero un pelotazo en un ojo desistió, y visiblemente enojado abandonó la posición. Fue en una escuela, para 1948, recordó.

Impactado por el golpe, según narra, se echó agua en la parte afectada. Tras la decisión de no jugar más en la receptoría, sus compañeros lo convencieron de que jugara la tercera base, “y entonces dije…ahí sí voy, ahora sí voy bien, y comencé a coger pelota y aflojar el brazo”.

Por la potencia de sus disparos desde tercera base, explica que el dirigente le sugirió que tenía las condiciones para pitcher

“Luego me dijo, tú te atreves a tirar dos innings, y comencé y me llevé uno (un bateador), y después tres lanzamiento para el otro, y dijo: aaahh carajo, vamos a practicar….tú eres más pitcher que cátcher’’, narró sonriente Garabato.

En el torneo doble A regional, Sackie recuerda que llegó a ponchar a 15 bateadores en cinco entradas ante el equipo del Ingenio Colón, en 1949, partido que perdió porque el dirigente decidió retirar el equipo del terreno de juego por no estar de acuerdo con una jugada que llamó el árbitro.

Afirma que no llegó a las Grandes Ligas por la segregación racial de la época. “En las ligas menores no estuve mucho porque tuve un lío con el dirigente, que privaba mucho, era medio racista. Un negro no podía tirarle pegado a un blanco”, sostuvo Sackie.



Por Leonardo Reyes

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