miércoles, 29 de enero de 2014

La corona es del Licey



HECTOR J. CRUZ.....Fue Emilio Bonifacio, con un hit “podrido”, es decir una línea suave al jardín central, que remolcó la vuelta de la victoria en el cierre del 7mo... inning para que Licey venciera al Escogido 3-2 y obtuviera la corona del campeonato nacional de beisbol 2003-13.

Los detalles vendrán luego,, pero es bueno ahora resaltar los siguientes datos: .-Es el título número 21 para el Licey, que los separa de las Águilas en el empate que tenían ambos con 20.

.- Manny Acta, el gerente general, se estrena también como campeón en tales funciones.

.- José Offerman, desacreditado como manager por actos de indisciplina, se acredita como campeón nuevamente.

.- Y la gente, es decir los deportistas dominicanos, pudieron comprobar que “la cosa no estaba arreglada”. En la calle se decía que había un arreglo para llegar hasta un noveno juego y los equipos ganar más dinero, pero esa teoría se derrumbó con la victoria azul.

¿Qué les parece? Licey finalizó con la hegemonía roja de los últimos dos años, y ahora es nuevamente campeón.

El Glorioso está de regreso.


Renovación
El beisbol de Grandes Ligas sigue dando pasos de renovación en muchos aspectos del juego.

Ya se conoce el programa de implementación de repeticiones a granel a partir del 2014, para lo cual se está definiendo un reglamento definitivo. Los managers podrán pedir revisiones en las bases, los batazos en las líneas de fouls, en los jonrones y también en jugadas defensivas. Queda fuera de esto el conteo de bolas y strikes, pero también debo añadir que la solicitud de repeticiones no quedará abierta. Se dará oportunidad de una sola petición por cada juego, y podría elevarse a dos en caso de que la misma resulte positiva.

De otro lado, también está en estudio un reglamento para prohibir las colisiones o choques violentos entre corredor y catcher, en el plato, pues esto ha venido provocando lesiones de importancia a algunos jugadores en los últimos tiempos. Se quiere impedir que el catcher bloquee totalmente la zona del plato, de manera que el corredor puede hacer su deslizamiento sin que se produzca un encontronazo.

Ahora acaban de aprobar el uso de una gorra especial para los pitchers, la cual en su interior tiene unas placas especiales de protección adheridas a la tela, con un material que impida daños a la cabeza o la frente del atleta. Esta gorra ha sido hecha por la compañía Isoblox, y será probada durante los juegos de entrenamientos.

Cada una de estas medidas busca mejoras en el juego, así como protección física de los jugadores. Yo lo veo positivo, siempre y cuando no desnaturalice la esencia del beisbol.

EL TOQUE: Está de moda el asunto del toque de sacrificio en el juego de pelota. Algunos managers lo odian, en la Liga Americana, con la presencia del bateador designado, le dan poco uso, y en la liga dominicana este año ha estado en la palestra pública durante esta serie final.

Hace unos días, ví al manager azul José Offerman, ordenar toques de sacrificio con los rapidos Eugenio Velez y Emilio Bonifacio, algo innecesario porque ambos peloteros son buenos chocadores y son difíciles de doblar. Con ellos se puede correr cualquier riesgo y jugar para ganar, no para evitar la derrota.

En el 7mo. juego de la final, el lunes, el manager rojo Audo Vicente en un 7mo. inning con juego empatado , hombre en primera, mandó toque con Gregory Polanco, el cual se sacrificó.

En el noveno, con hombres en primera y segunda, y el propio Polanco, lo dejaron batear libre y el hombre dio un globito al cuadro. En ninguna de las ocasiones era necesario el toque, se podía jugar libre, aunque Vicente podía ordenar el toque en el 9no. inning buscando colocar hombres en segunda y tercera. Después venían Pedro Ciriaco, Carlos Santana y Jesús Feliciano, tres buenos bates. No era una opción indecente.

El toque es una herramienta valiosa que nunca debe ser despreciada por un manager. Jim Leyland lo utilizaba en el primer inning cuando dirigía a los Piratas en los años 90, lo cual era ridículo. Pero usted puede usarlo dependiendo del inning, del marcador, y de los bateadores en proceso. Nunca diga que no a esa herramienta del juego, que en ocasiones resulta valiosa.

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