Ese ha sido el caso de Michael Ynoa, la gran promesa de la lomita de los Atléticos de Oakland, que en el 2008 recibió uno de los bonos más jugosos de pelotero latinoamericano alguno ($4.25 millones a los 16 años de edad), pero su trayectoria se ha visto frenada por las lesiones.
Una de esas lesiones derivó en que le fuera practicada en el 2010 la Operación Tommy John para reconstruirle ligamentos en el codo de su brazo de lanzar.
"A lo mejor Dios quiso que fuera así", reveló Ynoa a LasMayores.com, poco antes de que diera comienzo el Juego de las Futuras Estrellas del 2013 (#MLBFutures) en el Citi Field, hogar de los Mets de Nueva York. "Me sentía bien y mal a la vez. Comencé bien y luego vinieron las lesiones. Le oraba a Dios todos los días para que me mantuviera saludable".