viernes, 11 de octubre de 2013

Recuerdos de una década de éxitos; Acta, Offerman, D’Ángelo, Timo, Martínez y Anderson relatan los momentos vividos en la conquista de las últimas coronas del Licey


JULIO CASTRO...Fueron piezas importantes en cada uno de los cuatro títulos que lograron los Tigres del Licey durante la pasada década 2000-2010.D’Ángelo Jiménez, Timoniel Pérez, Manny Martínez, Anderson Hernández, José Offerman y Manny Acta formaron parte de ese éxito en cada una de esas temporadas.

En el caso de Acta y Offerman, como jugador o dirigente, le imprimieron ese sello de calidad que hoy sigue latente en sus mentes. Después de varios años de grandes celebraciones, este grupo de los Tigres se junta para rememorar esos momentos en el que la euforia los arropaba, tanto en el terreno, como en el camerino.

“Fueron grandes momentos”, expresó Jiménez, quien estuvo presente en cada uno de los cuatro títulos conquistados en la pasada década, dos ante las Águilas Cibaeñas (2001-2002, 2005-2006) e igual registro ante los Gigantes del Cibao (2003-2004, 2008-2009).

“Son momentos inolvidables que parece que fue ayer que sucedieron. Había una buena unión entre todos nosotros, en donde la mayoría estaba estable en las Grandes Ligas y otros con excelentes proyecciones de llegar a la Gran Carpa”, agregó.

En el caso de Offerman, celebró tres de las cuatro coronas en dos facetas: como jugador y dirigente. “Le doy las gracias a Dios que me dejó formar parte de esos títulos y en los que pude contribuir en ambos aspectos. Es algo que como jugador y dirigente que fui te hace sentir bastante bien”. Para “Timo”, uno de los momentos que más recuerda fue cuando el Licey era señalado con el mote de “El Equipito” por el bajo rendimiento que registraban en ese entonces.

En el caso de Hernández, el más novel del grupo, participó en las últimas dos finales. Para ese momento, Anderson, junto a Erick Aybar no figuraban en el escenario del Licey y de repente se convirtió en el dúo de “Los Menores”.

“Llegamos, hicimos el trabajo y nos quedamos ahí. Otro factor era que el equipo estaba en un buen momento en ese entonces y gracias a Dios pudimos lograr la corona (2005-06)”, indicó.

Esa misma emoción que ellos vivieron durante esos momentos, esperan ahora que se vea cristalizada. “Son varios años que tenemos sin ganar. Espero que ellos, que vienen subiendo, puedan también vivir esa felicidad”, manifestó Timo Pérez.

“Fue un año muy especial para mí”
Manny Acta
2003-2004

Acta tuvo a su cargo dirigir al equipo azul en la temporada 2003-2004, estación en la que también conquistó la Serie del Caribe celebrada en el estadio Quisqueya. “Fue un año especial”, relata Acta. “Mucha gente solo se recuerda del último equipo que tenía y que le llamaban ‘trabuco’. Comenzamos con jugadores como Erick Aybar y Hanley Ramírez en el siore y que hoy son estelares en las Grandes Ligas. También estaban Félix Pie y José Bautista. Con el pasar de los días fueron integrándose otros jugadores. Hubo momentos inolvidables, pero tampoco fue tan fácil como muchos lo pensaron porque tuvimos que ganar en Santiago. Hombres como Henry Rodríguez, Sandy Martínez e Israel Alcántara fueron piezas fundamentales en ese entonces. Fue una temporada de grandiosos momentos”. Otro jugador que Manny recuerda y que fue clave en el Licey fue D’Ángelo. “Los números que D’Ángelo puso fueron de ensueño”.

“Gocé de diferentes maneras”
José Offerman
2001-02, 2003-04, 2005-06 y 2008-09

Para mediados de diciembre de 2008, Offerman recibió la encomienda de, aún siendo jugador, dirigir las riendas del Licey, que con mucho éxito supo manejar. “La idea de Fernando Ravelo (exgerente) era buscar una persona que pudiera mantener el equipo unido. Todos llegaron a la conclusión de que yo podía hacer el trabajo por el respeto que todos mis compañeros me profesaban. Eso hizo más fácil que todo funcionara bien. Recuerdo que no tuve que hacer mucho esfuerzo debido a que tenía los muchachos de mi lado”, recordó. Sobre la experiencia como jugador, Offerman la define de “gratificante”. “Es algo diferente, en donde se goza y se disfruta de diferentes formas. Gocé de varias maneras. Cada vez que uno puede ganar en la pelota dominicana es alegría total, aunque en los últimos años hemos quedado fuera, pero para esta ocasión venimos con la intención para recordar esos años del pasado”, manifestó.

“Son finales en las que uno queda electrizado”
D’Ángelo Jiménez
2001-02, 2003-04, 2005-06 y 2008-09

Fueron momentos que vivimos como familia, amigos, en donde compartíamos fuera y dentro del terreno. Fueron grandes campeonatos. Siempre son para recordar y estarán en el corazón de cada uno de los que participamos en esas finales”, expresa Jiménez. “Uno de los momentos más memorable fue en la final del 2001-02 frente a las Águilas Cibaeñas en donde Andy Abad conectó el palo descomunal que aún sigue siendo objeto de opinión por parte de muchos seguidores nuestros. Después de que Abad tuviera una mala serie, dio el palo correcto y en el momento importante en una reñida final ante las Águilas”, recuerda Jiménez sobre ese séptimo juego que se desarrolló a casa llena en el estadio Cibao, de Santiago. “Son finales en las que uno queda electrizado por las emociones, el gozo del fanático, en especial el que te sigue y al que uno se debe cuando se está en el terreno”, expresa el veterano jugador.

“La armonía y la energía eran fundamentales”
Manny Martínez
2001-02, 2003-04 y 2005-06

No es raro el día que no mencione algunos de esos campeonatos con Timo o D’Ángelo”, dice Martínez, quien llegó a las filas del Licey en la temporada 1995-96. “Son recuerdos bonitos y que estamos tratando de unir a la nueva generación que está subiendo en el equipo actualmente. Siempre le recomendamos de que esa unión que existía en ese entonces, la tengan ahora. De eso dependerá que el Licey pueda retomar la ruta ganadora que en años anteriores tuvo. La armonía y la energía que había eran fundamentales”, agrega. Uno de los momentos más memorables que Martínez puede recordar es la final de 2001-2002, cuando captura un batazo de Tony Batista para finalizar el encuentro y de paso, darle el triunfo al Licey. “Recuerdo que esa noche me hinqué porque la bola cayó donde mí. Estaba segura y fue ahí cuando vino la alegría. Un grupo de los compañeros fue adonde mí a celebrar. Fue un juego bastante espectacular”, expresa.

“La unión era la base principal”
Timoniel Pérez
2001-02, 2003-04, 2005-06 y 2008-09

Todos jugábamos en unión. Esa era la base principal en ese entonces. Todos aportábamos al triunfo, no como ha sucedido en los últimos tiempos en donde todo el mundo quiere ser el héroe. En ese entonces, si había que tocar la bola, lo hacíamos o si había que jugar en cualquier posición, ahí estábamos. Es algo que ahora mismo está faltando en el equipo. Existía mucha compenetración entre todos nosotros, pero sobre todo la palabra ‘positivo’ era la más importante en el equipo”, narra Timo. “Aprendíamos de los líderes que estaban en el equipo en ese entonces como José Offerman, Henry Rodríguez (a quien apodaban el Capitán Azul). También está el caso de Manny Martínez, quien con sus jocosidades y su bulla le daba alegría al juego. Es una persona que siempre estaba lista para entrar en sustitución por uno de nosotros. Todos esos factores están faltando ahora mismo en el equipo”.

“Nunca hubo discordia entre nosotros”
Anderson Hernández
2005-06 y 2008-09

Aún disfruto de esos excelentes momentos, en especial esos últimos dos campeonatos. Los anteriores también los disfruté, pero por televisión. Gracias le doy a Dios por ser parte de esta gran familia que se llama Tigres del Licey. En ese entonces nunca hubo discordia, mejor nos ayudábamos. Eso fue importante para lograr la corona, la primera en mi carrera en la pelota dominicana”, sostuvo Hernández. “Recuerdo que ya en la fama del juego llegó un momento en que se me salió el muchacho, el novato en una de esas jugadas. La clave en la obtención de esos títulos fue la alegría con la que todos jugamos. Estábamos compenetrados el uno al otro. Había respeto y entrega al juego. Esas eran de las cosas que muchas veces se observaba en el terreno”, recordó Anderson Hernández. “La parte negativa que recuerdo fue la pelota que le dio en la cabeza a Aybar en la Serie del Caribe en Venezuela en 2006 (risas)”.

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