sábado, 15 de septiembre de 2012

Abrió la polémica sobre el béisbol y su campeonato élite


CUBAALDIA...Se desató la polémica en Cuba y de qué manera. Las máximas autoridades del béisbol dieron a conocer la nueva estructura del venidero campeonato nacional que en su versión 52 se inicia el 25 de noviembre. Terminada la conferencia de prensa en La Habana la noticia corrió como pólvora a través de los principales medios y programas especializados.
El Noticiero Nacional Deportivo de TV reprodujo declaraciones exclusivas de Higinio Vélez, director de este deporte, Radio Rebelde hizo otro tanto y también los sitios digitales de todo el país se hicieron eco del trascendental cambio.
Ahora los 16 equipos -se elimina a Metropolitanos de La Habana- jugarán tres desafíos entre sí para un total de 45 encuentros en la primera etapa. Seguidamente los ocho con mejor promedio de ganados y perdidos avanzan a la segunda fase donde chocarán seis veces para una suma de 42 desafíos más. Aquí cada uno de esos planteles tiene derecho a escoger un máximo de cinco peloteros de refuerzos de las novenas eliminadas acuerdo con sus necesidades y con carácter opcional. Para el resto de los atletas -160 en total- ahí mismo termina su participación en la máxima fiesta deportiva del país.
Como cualquier proyecto este tiene defensores y detractores, aciertos y desaciertos, virtudes y defectos. Lo primero que salta a la vista es la poca cantidad de juegos para la primera etapa y el hecho de que como ya apuntamos una gran parte de los peloteros regresa a casa después del juego 45.
Lo otro es que a la hora de escoger a sus cinco refuerzos la dirección de cada equipo clasificado deberá eliminar igual cantidad de su plantilla inicial. Así de manera hipotética Alfredo Despaigne pudiera ser el cuarto bate de Granma en la primera vuelta y luego con idéntica u otra responsabilidad vestir el uniforme de Santiago, Las Tunas, Ciego de Avila o el mismísimo Industriales.
La mayoría de los especialistas apuntaba a dejar la estructura anterior que había resistido los embates de algunos detractores y que contaba de 90 partidos para dar paso luego de los play off a una Liga Superior con cuatro equipos. Esta pareciera más atractiva, pero se quedó en el camino.
Lo cierto es que por estos días el tema de la pelota contagiará cada rincón del archipiélago cubano y aunque se caliente el debate y florezcan las opiniones ya no habrá marcha atrás y tendremos a partir de noviembre una nueva estructura en el pasatiempo nacional. Para algunas provincias el torneo será corto, a la otra mitad se le estirarán los sueños aunque bates y brazos ajenos pongan su granito de arena.
El béisbol cubano tiene, como es lógico, su banco de problemas, dígase el trabajo en las categorías inferiores, la escases de recursos materiales y la carencia de torneos largos en la base. Pero a mi juicio uno de los grandes obstáculos está en que con demasiada insistencia intentamos comparando nuestro campeonato élite con las Grandes Ligas de Estados Unidos y las profesionales de Japón, República Dominicana o Puerto Rico.

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