jueves, 17 de mayo de 2012

Venciendo las formaciones defensivas Nadie lo hace mejor que el toletero de los Medias Rojas David Ortiz


ESPN..El juego está moviéndose, literalmente. Cuando están defendiendo, uno a uno los equipos están desplazando sus jugadores alrededor del diamante tal como si fueran la línea secundaria de un equipo de la NFL. Hemos empezado a preguntarnos si podemos etiquetar qué posición está jugando cada pelotero, dado que muchos de ellos se colocan tan lejos de su lugar tradicional. También hemos pensado si en algún momento la liga va a intervenir y decidir que poner al segunda base en el jardín derecho, o al campocorto en la intermedia, va contra el espíritu del juego. Pero en estos momentos, los equipos que están usando estas formaciones para defenderse de los bateadores saben lo que están haciendo y están forzando a buenos toleteros a hacer ajustes rápidamente.
Tiene sentido. Armados con más y más información sobre las conductas y las tendencias de los bateadores, los equipos saben en gran detalle cuándo un bateador batea una pelota a determinadas áreas. Quizás jala las sinkers hacia su mano o, con dos strikes, batea exclusivamente hacia la banda contraria. O todos sus rollings son hacia la parte derecha del campo. Así que si cuentas con un pitcher que pueda ejecutar, puedes convertir a la defensiva que está detrás suya en una más efectiva a la hora de neutralizar la ofensiva de tu oponente.
Pero la idea de revolucionar el juego no es nueva, desde cosas como la altura del montículo hasta los propios guantes. Es un juego de ajustes, y algunos peloteros se ajustan mejores que otros.
Directo al grano: David Ortiz. A muchos sluggers les están haciendo la llamada formación Albert Pujols, José Bautista, Mark Teixeira, Prince Fielder, Brian McCann- pero Ortiz está por sobre todos cuando de habilidad para vencer la formación se trata. Cuando un equipo mueve a todos sus guantes a un lado, el otro queda abierto. Ortiz se ha ido a la banda contraria con mucho éxito, como demuestran sus siete hits en ocho turnos contra rodados ante la formación y de 8-6 en líneas hacia la otra banda. El bateador designado de los Medias Rojas parece reconocer cómo ajustar su forma de batear cuando le están haciendo la formación y cuando no. Y los hits siguen saliendo.
Teixeira, por otra parte, ha experimentado la otra cara de la moneda. Su tendencia a batear la inmensa mayoría de sus rollings hacia el lado derecho del campo cuando está bateando a la zurda ha sido bien compensada por los equipos que usan la formación. Esta temporada, cuando da rollings contra pitchers derechos y los infielders están desplazados, ha visto caer su average 40 puntos. Ahora no cuenta con esos rodados que solían encontrar huecos.
Ciertamente, quién está lanzando es importante. Si tienes lanzadores que pueden poner la pelota donde quieren y lanzar de acuerdo a su defensiva, puedes confiar en que las cosas van a seguir saliendo bien. Pero si tu lanzador está tirando afuera cuando el cátcher le pide que lo haga adentro, o no está controlado del todo, entonces la formación no será tan efectiva.
Al ser capaz de batear hacia el otro lado, Ortiz ha aumentado el daño que ya venía haciendo. Su poder hacia el lado izquierdo ha mejorado, está matando a los zurdos y ahora ha aumentado su average porque puede llevar la pelota hacia la izquierda cuando le juegan con la formación. Está ajustándose más rápido que sus oponentes: esa es la característica de un gran bateador.
Sin embargo, "grandioso" no es que solíamos decir de él cuando tuvo aquel terrible arranque en el 2010. Acostumbrado a jalar los pitcheos, Ortiz estaba perdiendo hits al ignorar el lado izquierdo del campo. Esta mentalidad es muy común entre los bateadores poderosos. Pero Ortiz cambió.
Y ese es el nombre el juego. Aquellos que se adaptan son los que permanecen. Los que no encuentran la forma de hacerlo están acelerando hacia su fiesta de retiro.
¿Y, específicamente, qué está haciendo Ortiz?
Está mandando los pitcheos adentro hacia el otro lado, como Miguel Cabrera. Cuando a Cabrera lo vence un pitcheo, todavía tiene suficiente bate para llegarle a la pelota. Cuando los pitchers tratan de buscar que de un rolling o obligarlo a jalar la bola, tiene un swing de adentro hacia afuera que le da la habilidad de mandarla al otro lado.
Ortiz también se está yendo hacia la izquierda cuando le lanzan afuera. Cuando los pitcheos están lejos, no pierde tiempo tratando de pasarlo sobre la cabeza del segunda base que le está haciendo la formación. Frecuentemente, toma esos lanzamientos y los batea hacia el terreno vacío del campocorto.
El oportunismo de Ortiz no podría ser mejor, dado que los Media Rojas han perdido liderazgo con los retiros de Tim Wakefield y el capitán Jason Varitek. Ortiz ha puesto su ego de un lado mientras se encarga de abollar con batazos el Monstruo Verde. Parece un nuevo bateador y, con formación o sin ella, nadie parece ser capaz de descubrir cómo defenderle.

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