martes, 7 de febrero de 2012

La queja de siempre: Falta de “nombres”


DAVID VENN..SANTO DOMINGO – Hoy en día, la queja constante de fanáticos y periodistas es la misma en cada invierno: No vienen nombres de peso a jugar en las ligas caribeñas y de México, por los motivos que ya conocemos.
Ya terminaron los tiempos en que Ricardo Carty y Antonio Armas desplegaron su poder en la Serie del Caribe. Ya no vemos brazos de la talla de Pedro Martínez o José Rijo en un montículo de del Clásico Caribeño. Y luce bien difícil que volvamos a ver un Dream Team como el de los invictos Senadores de San Juan en 1995 o las menos exitosas Aguilas Cibaeñas de 1996.
Es un tema que no deja de surgir en los debates acerca de la calidad o no del béisbol invernal moderno. ¿Hay remedio? ¿Es necesario un cambio de reglamentos de MLB y la Confederación de Béisbol del Caribe? ¿Hace falta un ajuste, o es la pelota invernal ya otra cosa, a la que tenemos que acostumbrarnos?
No hay una solución clara en el horizonte.
“Estamos tratando por todos los medios posibles de que a través de Major League Baseball, podamos lograr de una manera o de otra que más jugadores ya reconocidos se integren al evento”, dijo el presidente de la Confederación, el dominicano Juan Francisco Puello Herrera. “Nadie sabe si en el curso de los años se produce un cambio dentro del béisbol en que ‘figuras’ del béisbol puedan volver a participar en nuestros torneos.”
Está claro uno de los motivos de la ausencia de grandes figuras en las temporadas invernales y la Serie del Caribe: Los equipos de Grandes Ligas invierten mucho dinero en sus jugadores, y no quieren que se arriesguen jugando entre octubre y enero. Los mismos peloteros, con un futuro económico ya asegurado, no tienen la necesidad de participar en estos torneos.
Los tiempos han cambiado desde que el cubano Rafael Avila, ejecutivo de tantos años de los Dodgers de Los Angeles, llevaba a sus pupilos azules a equipos dominicanos.
“Al Campanis (ex gerente general de los Dodgers) decía que adoraba la pelota invernal, porque adelantaba al jugador”, dijo Avila, quien recordó la época en que nombres como Steve Garvey, Steve Yeager, Bill Russell y Bill Buckner jugaban en la República Dominicana.
Avila dice comprender la actitud de los equipos de Grandes Ligas renuentes a dejar jugar a sus peloteros…pero no la comparte.
“Lo entiendo, pero no lo justifico”, dijo. “Entiendo a los clubes de Grandes Ligas que invierten mucho en sus jugadores y no dejan jugar a sus superestrellas. Es una inversión grande.”
Entonces, claro está que el béisbol invernal ya es otra cosa comparada con los tiempos de antes. Pero el interés parece seguir más que aceptable en los países de la Confederación, con la excepción de Puerto Rico.
“Lo que se tiene que hacer en este caso es seguir a los equipos, no seguir a los peloteros”, dijo Puello. “Pongo el ejemplo de Venezuela. Tú vas a Venezuela y te das cuenta. Con los Leones del Caracas o el Magallanes, la fanaticada en cierta manera no enfoca mucho hacia los jugadores, sino a la tradición del equipo. Tenemos que explotar esto.”
El ejecutivo puso como otro ejemplo la temporada recién concluida de la Liga Dominicana, cuya final de nueve juegos entre el Escogido y las Aguilas generó un fuerte interés en esta media isla.
“Hay jugadores en la República Dominicana que brindan un buen espectáculo”, afirmó. “Tuvimos un lleno completo prácticamente durante todo el torneo, y al final fue un final de película. Se jugaron los nueve partidos a casa llena. La gente no reparaba en los jugadores, sino que reparaba en sus equipos, los Leones del Escogido y las Aguilas Cibaeñas.”
Y ahora se enfocan en los equipos que representan los cuatro países en la Serie del Caribe. Sí, hay más errores. Sí, el béisbol que se juega ahora mismo en invierno y el Clásico Caribeño no es tan limpio como el de antes. Pero las emociones siguen. Y eso es clave para que el espectáculo sea lo suficientemente “picante” para generar un interés digno del evento.

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