miércoles, 25 de mayo de 2011

De nunca acabar La larga trayectoria de la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana





ESPN...Una de las instituciones menos estudiada en el mundo del béisbol, y que más importancia tiene para los latinoamericanos, es la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana. El hermetismo que rodea esa entidad se debe, en parte, a la manera en que ejerce sus funciones y a la falta de transparencia de sus metas.

Para hacer una evaluación adecuada de la labor de la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana es necesario hacer una breve revisión de su historial.

Antes del año 2000, los problemas que afectaban a los prospectos dominicanos y venezolanos, como consecuencia de las actividades de los equipos en esos países, se resolvían por medio de llamadas a las oficinas de Grandes Ligas en Nueva York. Ese era un proceso engorroso, injusto, costoso y prohibitivo para quienes no hablaban inglés o, lo que es igual, la gran mayoría de los afectados.

El 5 de diciembre del 2000, se inauguró la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana. En teoría, esa iniciativa tardía, si tomamos en cuenta que los Dodgers abrieron la primera academia en ese país en 1987, fue sumamente importante, ya que se saltó de un sistema con escasa regulación a otro con algunas normas y con un ente encargado de velar por su cumplimiento. El primer director de la oficina fue el dominicano Rafael Pérez y entre sus funciones iniciales se destacaron las siguientes:

• Monitorear la firma de jugadores en República Dominicana y Venezuela por parte de los equipos de Grandes Ligas;
• Identificar e investigar firmas ilegales;
• Asegurar la aplicación de la regla de los 17 años tanto en República Dominicana como en el resto de los países latinoamericanos;
• Interactuar y educar cazatalentos en la República Dominicana y el resto de Latinoamérica para garantizar que estos entiendan las reglas relacionadas con la firma de peloteros;
• Inspeccionar las academias en República Dominicana y Venezuela para asegurar que estas cumplan con los estándares mínimos establecidos por Grandes Ligas; y
• Plantear recomendaciones en relación a las mejoras que son necesarias en las academias en República Dominicana y Venezuela.

Las múltiples responsabilidades y la dificultad de trabajar en varios países al mismo tiempo, aunado al poco presupuesto asignado y escaso personal (dos personas a tiempo completo), generó muchas dudas desde el principio en cuanto a cuán efectivo podría ser esta nueva entidad para controlar un sistema plagado de problemas. Es por ello que a pesar de las buenas intenciones y voluntad de muchas personas, como el mismo Rafael Pérez, la oficina no logró sus objetivos principales, al punto de que los vicios empeoraron.

La falsificación de identidades y edades, el consumo de esteroides, los abusos de algunos buscones o entrenadores independientes y los casos de corrupción que involucraron a altos ejecutivos de los equipos de las mayores, así como otros problemas, se convirtieron en el pan nuestro de cada día.

Como respuesta a esa nueva realidad se decidió expandir las funciones de la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana, con el nicaragüense Ronaldo Peralta como director. Entre sus nuevas funciones debemos destacar:

• Proteger los intereses de los jugadores y sus familiares, incluyendo la realización de investigaciones al recibir reclamos por parte de jugadores, familiares o equipos;
• Imponer multas y suspensiones;
• Incentivar el aspecto educativo de las academias;
• Asegurar que se dé una copia en español del contrato estándar de ligas menores a todos los jugadores latinoamericanos que lo firmen;
• Asegurar el respeto de los estándares mínimos establecidos para las instalaciones utilizadas por los equipos en Latinoamérica;
• Educar sobre la prevención del uso de drogas y monitorear los programas antidopaje en República Dominicana y Venezuela;
• Lograr que los equipos cumplan las leyes locales de los países donde operan;
• Presionar para que los equipos contraten personal competente para la administración de las academias;
• Crear un equipo de trabajo para atender los problemas de falsificación de edades y documentos que siempre han ocurrido;
• Hacer los pagos de los bonos de firma directamente a los jugadores con el fin de asegurar que estos reciban el dinero;
• Realizar talleres para mejorar las habilidades de los administradores de las academias;
• Realizar talleres para mejorar las destrezas de los fisioterapeutas;
• Ayudar a los equipos en la reubicación de sus academias;
• Realizar reuniones anuales con los cazatalentos en Venezuela y República Dominicana para informarles sobre los cambios del reglamento que podrían impactar sus labores;
• Dar educación sobre ética a los cazatalentos.

A pesar de algunos logros y avances como resultado del nuevo mandato, no debe sorprendernos que muchos de los problemas siguen presentes y, en algunos casos, tomaron una dimensión aún más grave.

En el 2008, los Medias Blancas de Chicago despidieron al director de personal David Wilder, y los cazatalentos Víctor Mateo y Domingo Toribioluego que el departamento de investigaciones de Grandes Ligas encontró suficientes evidencias que vinculaban a los tres empleados en acciones fraudulentas relacionadas con la firma de prospectos en Latinoamérica. Wilder fue detenido en el aeropuerto de Miami cargando una maleta con 40.000 dólares no declarados y posteriormente se declaró culpable de fraude.






En abril del 2009, Jim Bowden, gerente general de los Nacionales de Washington, se vio forzado a renunciar luego que su nombre se vinculara con acciones fraudulentas en relación a la firma de jugadores en República Dominicana. Días antes, los Nacionales habían despedido a José Rijo, asistente especial de Bowden, y José Báez, director de operaciones en República Dominicana, por, entre otras cosas, la firma de un prospecto de 16 años llamado Esmailyn González, quien luego resultó ser Carlos Daniel Álvarez Lugo. Carlos Álvarez había recibido $1,4 millones de dólares como bono de firma.

La participación de los buscones en la falsificación de edades e identidades llegó al punto que el número de jugadores firmados en Latinoamérica disminuyó e incluso requirió de la participación de autoridades gubernamentales.

La mayoría de los jugadores de ligas menores suspendidos por consumo de esteroides son latinoamericanos y en algunos casos los equipos han tomado la decisión de anular contratos debido a resultados positivos de niños de 16 años recién firmados. Muchos culpan a los buscones de darle las sustancia prohibidas a los prospectos con el fin de inflar su valor y recibir una mejor compensación.

Ante todo esto, el director de la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana en vez de brindar tratamiento al paciente moribundo se dedicaba a promocionar al béisbol en Centroamérica por instrucciones que venían de Nueva York.

A finales del 2009, el comisionado Bud Selig, cansado de las noticias negativas en los medios, tomó la decisión de designar a Sandy Alderson, un ejecutivo muy respetado y ex vicepresidente de MLB, como encargado especial para preparar un informe analítico con el fin de modificar el sistema utilizado por los equipos para la firma y desarrollo de peloteros en Latinoamérica. Alderson le presentó sus conclusiones a Selig el 23 de septiembre del 2009.

En su informe, Alderson recomendó ampliar y reestructurar la Oficina de Grandes Ligas en República Dominicana, ya que no tenía ni el presupuesto ni el personal adecuado para ejercer sus funciones. Esta conclusión de Alderson es muy importante porque es la primera vez que se destaca de manera oficial algo que muchas personas habían sospechado y criticado.

Alderson también propuso crear al menos ocho departamentos con responsabilidades específicas, así como el nombrar a una persona que tenga suficiente liderazgo para coordinar la labor de todas las personas empleadas y sirva de enlace con las oficinas en Nueva York.

En unas de sus primeras declaraciones al diario New York Times como nuevo zar de República Dominicana, Alderson dijo: "Tenemos problemas importantes ... y debemos analizar cuál es la mejor manera legal para resolverlos ... queremos que nos reconozcan como un buen ejemplo corporativo y tener una buena reputación".

El 9 de marzo del 2010, Lou Meléndez, vicepresidente de Grandes Ligas en el área de operaciones internacionales, le envió una carta de despido a Ronaldo Peralta, agradeciéndole la labor realizada. Ese acto marcó el inicio de las modificaciones planteadas en el Informe Alderson.

Cuando todo parecía tomar un ritmo positivo, Sandy Alderson anunció la decisión de no seguir liderando la reestructuración en Latinoamérica para asumir el puesto de gerente general de los Mets de Nueva York. Este fue un duro golpe, ya que la figura de Alderson era una pieza fundamental en la que se apoyaban todas las otras columnas y sin él, parece que será una labor difícil que ocurran los cambios más drásticos.

Bud Selig decidió continuar con el proceso y designó a Jorge Pérez Díaz como nuevo presidente de un comité de supervisión de las operaciones en Latinoamérica. Sandy Alderson, Larry Beinfest y Bill Smtih también forman parte de esa nueva iniciativa, cuya finalidad es implementar los cambios propuestos en el Informe Alderson. Se supone que en algún momento ese organismo nombrará a una persona que tome las riendas de la oficina de Grandes Ligas en República Dominicana y designe los ocho departamentos que son necesarios.

El 14 y 15 de marzo del 2011, se realizó un simposio en República Dominicana organizado por Grandes Ligas y FUNGLODE. El simposio contó con la participación de, entre otros expertos, Sandy Alderson y Lou Meléndez, y se discutieron cinco temas principales: la sostenibilidad económica a largo plazo de las operaciones de Grandes Ligas en República Dominicana; el rol que desempeñan los entrenadores independientes o buscones en el desarrollo de los jovenes prospectos sin firmar y que se puede hacer para formalizar sus actividades; los retos presentados por las falsificaciones de edad e identidad; los niveles de pruebas positivas de drogas en la industria del beisbol en la Republica Dominicana; y quepuede hacer para mejorar el nivel de la educacion formal de los jugadores dominicanos.

Los temas analizados en el simposio son los mismos que plagaron las operaciones de los equipos de Grandes Ligas por décadas y que de tener una oficina con el presupuesto y personal adecuado no tendrían que seguir en dicusión.

Mientras esperamos salir de este limbo que vivimos y se implementan las acciones destacadas del Informe Alderson, debemos entender que los problemas siguen en crecimiento al haber más jugadores firmados, más dinero involucrado y más operaciones en nuevos países latinoamericanos.

En este nuevo mundo nos encontramos con equipos que defienden sus intereses, agentes/buscones que quieren proteger sus negocios y miles de jóvenes con un sueño como única herramienta. Basta ya de discusiones. Es hora de actuar.

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